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PARÍS. Frente a la ola de decesos provocada por la pandemia, los servicios funerarios franceses han visto desbordadas sus capacidades. En la tercera semana de marzo, el número de muertos a nivel nacional fue 13% superior al año anterior. Tendencia que ha obligado a los profesionales a adoptar medidas urgentes, como la habilitación de una gigantesca cámara frigorífica en un célebre mercado.
Este viernes 3 de abril, el célebre mercado de frutas y legumbres de Rungis, en las afueras de Paris, ha habilitado especialmente una inmensa cámara frigorífica para centenares de cuerpos, ante el elevado número de muertos en Francia por COVID-19.
El recinto ya había sido requisado por las autoridades en 2003 para afrontar la ola de mortalidad provocada por la canícula, que se calcula dejó unos 15.000 muertos.
Un comunicado de la Prefectura de Policía justifica la adopción de esta medida, evocando la tensión que sufre en estos momentos la cadena funeraria.
“No es un juego de video, es la realidad, hay demasiados muertos. Vamos a colocar allí mil ataúdes”, afirmó en la cadena francesa LCI el jefe de la policía de París, Didier Lallemant.
Condiciones dignas
El conjunto de sus actores se ha visto solicitado más allá de sus capacidades operativas. Una tensión que podría prologarse durante varias semanas.
La morgue provisoria de Rungis permitirá conservar en condiciones dignas y sanitariamente aceptables los restos de los difuntos, en espera de su inhumación o cremación, según lo determinen sus deudos.
Fuente: Radio Francia Internacional
