Cuatro hermanos que padecen ceguera de nacimiento, uno de ellos tiene otras discapacidades físicas por lo que permanece en cama, requieren de asistencias de las instituciones del Estado porque provienen de una familia de escasos recursos. El padre, de 87 años, es agricultor, pero debido a su avanzada edad ya no puede trabajar; la madre, que tiene 69 años, dijo que ella se queda en casa para atenderlos. “Es desesperante nuestra situación”, afirmó.
CARAYAO, Dpto. Caaguazú (Por: Néstor Ojeda Mendoza).- Los afectados son hijos de la familia Mendoza-López: Sabina (46), Luis Alberto (44), Marcial Ramón (33), acordeonista, y Deidamia (29), esta última también tiene problema de discapacidad física y permanece postrada en cama.
El sostén de esta familia es el padre, de nombre Luis Mendoza, de 87 años, que por su avanzada edad, ya no puede trabajar bien, sin embargo sigue cultivando la tierra para cubrir los gastos diarios de las comidas, además de la atención médica de sus hijos.
En tanto, la mamá Ana de Jesús López, de 69 años, permanece en la casa para realizar los quehaceres domésticos y encargarse del cuidado de los hijos.
Los afectados y los ancianos padres expresaron sus deseos de que las instituciones encargadas se interioricen del estado de pobreza en la que se encuentran, y se les conceda alguna asistencia mediante de las instituciones del Estado.
Doña Ana de Jesús relató que el año pasado, específicamente el 16 de diciembre, los cuatro hermanos acudieron a la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis) con el objetivo de conseguir sus certificados de discapacidad, un documento que se exige para acceder a los beneficios de Tekoporã, en aquel entonces fueron acompañados por el presidente de la Asociación de Ciegos de Coronel Oviedo, David Florentín. Sin embargo, les cuesta viajar hasta Asunción para hacer el seguimiento.
ESPERAN RESULTADOS
Doña Ana de Jesús indicó que en Senadis sus hijos fueron evaluados minuciosamente y que quedaron en que les llamarían desde esa instancia estatal cuando esté el documento, pero ya pasaron 8 meses desde ese entonces, y aún no fueron llamados.
“Nuestra situación es desesperante”, se lamentó, “además resulta complicado viajar hasta Asunción para averiguar sobre los documentos”.