Mons. Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción y presidente de la Conferencia de la Episcopal Paraguaya (CEP).
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Cura acosó a tres jóvenes y arzobispo trató de ocultarlo

Una joven de la Pastoral de Limpio denunció que fue víctima de acoso y coacción sexual por parte del párroco local, Silvestre Olmedo. Reveló el hecho al arzobispo Edmundo Valenzuela, pero éste le pidió que espere para “respetar la dignidad” del cura. Sin embargo, la afectada recurrió a la Policía y a la Fiscalía, y el religioso ya está siendo investigado. Lo peor del caso, según afirma la mujer, existen otras tres víctimas. Lo lamentable es que no es la primera vez que el Arzobispo de Asunción y titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) trata de proteger a los sacerdotes abusadores y sigue en el cargo.

Silvestre Olmedo, sacerdote acusado de acoso.
Silvestre Olmedo, sacerdote acusado de acoso.

ASUNCIÓN.- Alexandra Torres, una de las supuestas víctimas de acoso del cura Olmedo, indicó en una emisora local que recurrió a Mons. Valenzuela y éste le dijo, “no tenemos que apresurarnos y hay que esperar que los obispos  dictaminan, además lleva su tiempo y por sobre todo está la dignidad del sacerdote”. En ese momento, yo estaba con un amigo, quien sale y le dice al obispo, yo se que está la dignidad del religioso, ¿pero dónde está la de la afectada?, indicó la mujer.

“Yo me animé a contar, y sé que hay más afectadas dentro de la parroquia de la ciudad de Limpio. Expuse esta situación en una asamblea extraordinaria, porque tuve que renunciar a mi cargo de coordinadora de la pastoral juvenil y ahí aparecieron más casos, hasta ahora con el mío existen cuatro en total, donde sindican al sacerdote como acosador”, expresó Torres.

Consultada como fue que realizó la denuncia ante la Fiscalía y la Policía, señaló que tiene un grupo de amigos que le está asesorando “y dijimos que íbamos a pedir una audiencia con Mons. Edmundo Valenzuela, si puede darnos una respuesta, ya que es la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la actualidad. Nos presentamos en la audiencia, no tuvimos una respuesta y ahí dijimos bueno esto ya no puede esperar, hasta inclusive hace tres semanas tres amigos se fueron a hablar con el sacerdotes, porque yo ya no quiero tener ningún contacto con él. Le dijeron que por favor se reitre pacíficamente de la parroquia y él en cambio le respondió “voy a ver qué hago, porque primero tengo que hablar con el Mons. Además, en ese momento él asumió el hecho, tenemos audio y todo”, manifestó Alexandra Torres.

Explicó que le dieron un tiempo prudencial al párroco para que se retire, luego decidieron hacer la denuncia ante la Fiscalía y contar a la prensa lo que está ocurriendo en la iglesia de la ciudad de Limpio.

OTRAS VÍCTIMAS TIENEN MIEDO

Según Torres las otras tres afectadas tienen miedo para denunciar, porque no saben cómo sus familias van a afrontar la situación, en especial si van a contar con su apoyo.

Referente a su situación como católica, subrayó que sigue asistiendo en las reuniones de la pastoral juvenil porque no se realiza en la parroquia, lo que trata es evitar totalmente encontrarse con el sacerdote. Indicó que directamente no llega a la parroquia ni en la casa parroquial, es decir en los lugares en donde el religioso pueda aparecer. “Tenemos una oficina donde se realizan las reuniones de la pastoral juvenil y se encuentra a una cuadra y media de la parroquia”, resaltó.

“HUBO INSINUACIONES DESDE EL AÑO PASADO”

Alexandra Torres comentó que la denuncia presentada contra el sacerdote Silvestre Olmedo es por acoso y coacción. “Fue hace dos meses que pasó eso, sin embargo hubo insinuaciones desde que asumí la coordinación de la pastoral juvenil, el año pasado en diciembre”, afirmó.

Comentó paso a paso lo que ocurrió. “El venía, me hablaba y de repente mientras estaba haciendo algunas notas me acariciaba el pelo. Otras veces quería que le haga masajes o cosa por el estilo. Yo no me daba cuenta, pero al analizar me di cuenta que era acoso, ninguna chica que trabaja con él iba a esperar eso, porque por sobre todas las cosas uno quiere tener confianza con un sacerdote  como se predica en la iglesia”.

Indicó que hace dos meses se fue a hacer una nota en la secretaría de la casa parroquial  y en unas de esa pide la ayuda del sacerdote. “Luego me llama a su oficina, en una de esa empieza a acariciarme la espalda y luego baja sus manos hacia mi pecho y empieza a manosearme. Asustada por la situación me quedé choqueada, no le dije ni una palabra y él hizo como si nada hubiera pasado. Para desviar la situación me dijo “anga upeine jajapota la nota” (después nomás vamos a hacer la nota)”, se lamentó la mujer.

“Luego de eso me fui al baño y lloré muchísimo por el susto que me pegué. La secretaria estaba en el otro despacho, situada frente a la oficina del sacerdote y para que ella no se dé cuenta me lavé toda la cara. Estuve llorando en el baño como 15 a 20 minutos, luego salí  suspirando por la situación”, expuso Torres.

MONSEÑOR PIDIÓ “RESPETAR LA DIGNIDAD DEL SACERDOTE”

Alexandra Torres, víctima del acoso por parte del sacerdote Silvestre Olmedo, resaltó que después de cometer el hecho, el cura se fue a la parroquia haciendo caso omiso a lo ocurrido. “Mientras que yo me fui junto a un amigo y le conté lo ocurrido. Yo quería hacer la denuncia todo eclesialmente, para que él se retire por la puerta grande de la iglesia, también le comenté a mi coordinadora, ya que nos manejamos todos por estructura, para respetar las instancias. Ella me envió con Mons. Dionisio Echagüe, quien me felicitó por denunciar y me dijo que no tenía porque callar el hecho. Luego me derivó con Mons. Edmundo Valenzuela, Arzobispo de Asunción y titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya,  pero fue lamentable sus palabras, ya que nos pidió que esperemos para respetar la dignidad del cura”, refirió Torres.

Con respecto al sacerdote, manifestó que  quería solucionar todo con una disculpa “y no es así nomás, donde queda la dignidad de la afectada, porque ya marcó mi vida. Yo trabajo hace más de 4 años en la pastoral juvenil y es la primera vez que me sucede esto, con los sacerdotes anteriores jamás se presentó esta situación”, expresó la víctima del supuesto acoso.

ACUSADO RECONOCIÓ QUE TUVO “UN GESTO INAPROPIADO”

El sacerdote de la ciudad de Limpio, Silvestre Olmedo, sindicado de acosar sexualmente a por lo menos tres feligresas, reconoció que tuvo “un gesto inapropiado” con la joven denunciante, Alejandra Torres, afirmó el vicario de la Arquidiócesis de Asunción, Óscar González, a quien encargaron la tarea de entrevistar a la víctima y al acusado a fin de interiorizarse de la situación.

Según el vicario de la Arquidiócesis, el sacerdote Olmedo le expresó que “trató de abrazar” a la joven aunque no detalló las circunstancias en que cometió el hecho. La denunciante, una joven integrante de la Pastoral Juvenil, dio una versión completamente diferente.

Actualmente, el sacerdote denunciado está separado de su puesto, mientras duren las investigaciones internas, que serán hechas por una comisión de la Iglesia Católica. Olmedo habría sido removido de su cargo solamente después de que la denuncia se hiciera pública. Sobre esto, el vicario González dijo estar “trascordado”.

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