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ASUNCIÓN. Para justificar su injustificable decisión de liberar al abusador de una menor, el juez de Paraguarí, Jorge Giménez, recurrió al absurdo al insistir con que la sentencia fue justa porque dos personas “fueron a hablar bien de él” y concluyó que el abusador fue beneficiado solamente porque la víctima no era hija del magistrado.

“Si era mi hija le metía un balazo, pero soy juez y debo regirme a lo que dice la Ley”, dijo Giménez, metiendo aún más la pata ya que, por lo visto, cuando se trata de su familia no hay ley que valga.

Resulta que en la denuncia presentada en contra del hombre que había abusado de su hijastra se dijo que el abuso fue sistemático durante dos años y que había habido penetración y, según el juez, una sola vez se probó el abuso y sin penetración, por lo que se decidió darle una sentencia que más que castigo parece una burla.

“Una sola vez se nos probó el abuso. La denuncia dijo que fue penetrada sexualmente pero eso no fue cierto. No es que le largamos, le condenamos. Se nos probó el abuso sexual sin coito”, pretendió justificar Giménez la decisión tomada, que no implica cárcel para el delincuente.

Aunque negó haber hablado bien del abusador, lo cierto es que al emitir la sentencia, Giménez le dijo que “felizmente no se probó que vos le metiste tu pilín en su vagina, pero para nosotros, de forma unánime, sí se probó una cosa: que hubo abuso sexual porque está probado que vos le besaste, le frotaste, eyaculaste por ella, que le metías tu pilín en su boca. Para nosotros eso quedó probado”.

Se defendió diciendo que “condenamos, no entiendo por qué tanta crítica… nosotros condenamos a este abusador. El artículo nos obliga a suspender la condena porque no tenía antecedentes, vinieron dos personas a hablar bien de él y es trabajador”.