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ASUNCIÓN.- El diputado Freddy D’Ecclesiis (ANR-Añetete) culpó a la prensa por la “mala reputación” o las sospechas que existen sobre algunos legisladores, como el caso de Ulises Quintana, investigado por su presunta conexión con el narcotráfico.

Fue durante el desarrollo de la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados, donde se trata el veto del Ejecutivo al proyecto de ley de autoblindaje. Es ante el planteamiento de la senadora Celeste Amarilla (PLRA), quien pidió la renuncia de sus colegas Ulises Quintana, Tomás Rivas y Carlos Portillo; todos ellos investigados por hechos punibles.

Pero D’Ecclesiis, quien fue señalado hace algunos años por el actual titular de la Senad, Arnaldo Giuzzio, cuando éste aún era senador, como “un clan con conexión política con el tráfico de drogas”, defendió especialmente a Quintana y le manifestó su solidaridad. Sostuvo que los medios se ensañan inmisericordemente con él. Señaló que es con el objetivo de vender más, “sin tener en cuenta que sus actos están causando daños peores”.

¿LA RAZÓN DE SU SOLIDARIDAD?

El diario La Nación publicó en una edición pasada que es un “secreto a voces” en el departamento de San Pedro que el político Freddy D’Ecclesiis y su familia están fuertemente ligados a este tipo de crimen organizado.

Las propiedades de la familia D’Ecclesiis de esa zona ya fueron allanadas en varias ocasiones, en las que fueron encontradas drogas, sumadas las detenciones y condenas de allegados al legislador.

Hoy, en la sesión extra, se erigió en el defensor de su colega Ulises, presuntamente involucrado en hecho punible que también infringe la ley 1340, “Que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes”.