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La disidencia colorada y sus aliados opositores han decidido atacar la institucionalidad de las cámaras del Congreso con la delirante táctica de desconocer todo lo actuado, sin importar que haya sido en un marco legal, fruto de la voluntad mayoritaria del colegiado. La decisión del bloque de presentar acciones de inconstitucionalidad contra la nueva mesa directiva del Senado y los cambios de Diputados en el JEM y el CM, no es nada más que otro intento de entorpecer el proceso natural de renovación de autoridades.
ASUNCIÓN.- Uno de los principios fundamentales en el funcionamiento de las cámaras del Congreso es que los presidentes del Senado y de Diputados son “par inter pares”, es decir que son iguales al resto de los legisladores y sus mandatos duran solamente 1 año (o 2 y medio como hasta hace unas semanas en la Cámara Baja).
Así que la elección de las nuevas autoridades, proceso que se realiza cada mes de junio para que los electos puedan asumir el 1 de julio, es tan natural que pretender anularlo asegurando que fue inconstitucional es absurdo y delirante.
Nadie recuerda que este tipo de irracionalidad se hubiera apoderado antes de las cámaras del Congreso, pero allí están ellos, los miembros del “grupete” de senadores y diputados que no aceptan haber perdido la mayoría y están dispuestos a llegar a dónde sea con tal de anular todo lo que se actuó en las cámaras en las últimas semanas.
Primero fueron los diputados del “grupete”, que presentaron una acción de inconstitucionalidad contra el cambio de representantes de la cámara ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura.
Como no podían quedar rezagados, ahora son los senadores del “grupete” los que accionan judicialmente, no por la comisión de algún delito sino por la elección de las nuevas autoridades de la mesa directiva, algo que se realizó el año pasado, y el antepasado y el de más atrás; algo que se realiza anualmente y de manera muy similar a cuando fueron elegidos presidentes de la cámara y el Congreso, primero Mario Abdo Benítez y luego Robert Acevedo.
Menos mal que no falta mucho para que las cosas vuelvan a su cauce normal y la cordura vuelva a imponerse en ambas cámaras.
