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ASUNCIÓN.- La luna de miel que vivieron al inicio de este período legislativo Paraguayo Cubas y Desirée Masi terminó de la peor manera hace poco tiempo, y los rencores siguen a flor de piel, según se notó en la sesión de ayer.
Masi reaccionó molesta al patoteo de Cubas, y le dijo que era un cartista. Él le respondió que ella era una hija de p… y la tensión fue creciendo a tal punto que ella fue hasta la banca del esteño para decirle que no le tenía miedo y que podían salir afuera para dirimir sus diferencias.
Cubas dijo que “nadie me puede acusar de ser corrupto”. “A mí tampoco”, respondió Desirée, a lo que retrucó él que ella sí lo era. “Corruptita, andá paseate en tu helicóptero”, le acusó, en uno de los niveles más bajos de la ya por sí vergonzosa sesión de ayer, refiriéndose al caso en el que está imputado Rafael Filizzola, marido de la legisladora.
Luego de varias agresiones, la sesión extra se inició y Ovelar dijo que no estaba dentro de sus atribuciones decidir que los raboneros sean multados, tema que será tratado el lunes en la reunión de la mesa directiva de la cámara, a la que invitó a Cubas.
