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ASUNCIÓN.- Ahora se explica el extraño silencio de Desirée Masi y Efraín Alegre sobre los nombramientos en el gabinete del presidente Mario Abdo Benítez. Había sido que ella había hecho un acuerdo con el jefe de Estado y le prometió que durante 100 días no abriría la boca –todo un logro- y no le criticaría.
Hace días que estamos diciendo que resultaba demasiado extraño el silencio de Desirée y Efraín en relación a los nombramientos, puesto que varios de los que ocupan un lugar en el gabinete de Abdo Benítez tienen oscuros antecedentes. También habíamos comentado varias veces los rumores de que existía algún acuerdo entre el presidente y ambos opositores, con quienes parece tener más cosas en común que con sus propios correligionarios de Honor Colorado.
Como Masi no puede permanecer demasiado tiempo con la boca cerrada, hace unos días confesó que había llegado a un acuerdo con Abdo, inmediatamente luego de que éste ganara las elecciones de abril, en la que se comprometió a no criticar ni a él ni a su gabinete, durante los primeros 100 días, el tiempo de gracia que, generalmente, se suele dar a un nuevo presidente, para que se asiente en el poder y demuestre su intención de realizar cambios.
Otros medios, también extrañados por su silencio, le preguntaron a Desirée cuál es su opinión sobre los nombrados por Abdo Benítez, a lo que respondió que “no voy a opinar porque le hice una promesa a él, que no voy a romper. Que no iba a opinar sobre su gabinete y que tenía 100 días para designar a quién quería y que no iba a tener mi crítica. No me gustan algunos y no te voy a decir quiénes son”.
La reunión se dio luego de las elecciones y “cuando eso yo ya sabía algunos nombres y le dije: no me gusta fulano, fulano y fulano”, añadió.
Este es, había sido, el motivo por el cual Masi no ha abierto la boca en todo este proceso de transición de gobierno, a pesar de los cuestionados nombres de varios que están en el gabinete. Asumimos que, por extensión, ocurre lo mismo con Alegre, ya que ella parece haberle exigido que hiciera lo mismo. Cada vez resulta más obvio que el gobierno de Abdo Benítez trabajaría con más asiduidad con sectores de la oposición, con los que lleva actuando desde hace varios años, que con los mismos colorados.
