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Gustavo Bogarín, quien fuera destituido del cargo de gerente administrativo de Itaipú por hechos de corrupción en el 2010, resurgió de sus cenizas y hoy es uno de los asesores del ministro de Educación y Ciencias, Eduardo Petta, quien le dejó a cargo de la Unidad de Programas y, dicen, colaborará con él en la lucha contra la corrupción y por la transparencia en el ministerio, acompañando al abogado José Casañas Levi.
ASUNCIÓN.- El gobierno de Mario Abdo Benítez tiene algún problema de comunicación, puesto que parece inaudito que esté reflotando a personajes que tienen cuentas pendientes con la Justicia y la ciudadanía como si nadie atinara a investigar los antecedentes de la gente a la que planea introducir a su equipo.
Salvo muy pocas excepciones, gran parte de su selección nacional está ocupada por personas cuestionables y cuestionadas en diferentes ámbitos, casi todas por estar involucradas en hechos de corrupción en alguna gestión pública anterior. Ahora resulta que uno de los últimos contratados, Bogarín, no fue solamente sospechoso de haber cometido algún hecho de corrupción sino que, a inicios de 2010, quien entonces era director paraguayo de Itaipú, Carlos Mateo Balmelli, lo denunció por varios de estos hechos.
Así que, cuando asumió en la dirección Gustavo Codas, decidió sacarle del alto cargo administrativo que ocupaba y trasladarlo a algún otro lado. En ese entonces, Codas había señalado que no se podía despedir a Bogarín porque tenía más de 15 años de antigüedad en la hidroeléctrica.
No hay más noticias de las andanzas de Bogarín durante estos últimos 18 años, pero quieto no debió estar por eso el gobierno de Abdo Benítez lo tuvo en cuenta para darle un cargo, así que sus actividades políticas en el movimiento Colorado Añetete debieron ser bastante intensas.
Y allí está, en los medios de comunicación, sentado al lado de José Casañas Levi, quien es director de Anticorrupción, hablando de los 12 muertos que siguen cobrando como maestros, lo cual, a Bogarín le debe sonar a cuento de hadas después de las trapisondas que tiene en su prontuario.
Lo dicho, o nadie en el gobierno investiga los antecedentes a ocupar cargos públicos de confianza o es que el tema de la corrupción les tiene absolutamente sin cuidado, a pesar de las promesas del presidente.
