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ASUNCIÓN. Ni bien se inició la sesión de Diputados, el liberal Carlos Portillo utilizó el espacio de oradores para defenderse de las acusaciones en su contra por audios que salieron al aire y que demostrarían, otra vez, tráfico de influencias de su parte en su intento de conseguir nombramientos en la cámara y resoluciones judiciales.
Si bien en el 2017, ante una acusación similar, la cámara le dio un voto de confianza que le permitió, no solo continuar ese período sino ser reelecto en el actual, ahora parece haber un hartazgo de todos los bloques por lo que su expulsión parece estar cantada.
Según Portillo, los audios no demuestran ningún tráfico de influencias y fueron manipulados para que su imagen se vea perjudicada ante la ciudadanía e insistió con que “no puedo ser culpable; es clara la manipulación que sufrieron las conversaciones”.
“Hoy vuelven a querer embarrar mi nombre en jugarretas maliciosas de tinte político, buscan dañar mi potencial como político. Muchos audios son de muchos años atrás y otros buscan desvirtuar mi imagen política”, comentó, añadiendo que se vuelve a prácticas stronistas con las escuchas ilegales.
Expresó que “hace mucho tiempo que acá no hay nombramientos. Solo hay desprecarización y eso se hace por concurso. Repito que parte de la conversación se dio, pero niego categóricamente cualquier pedido o mediación para conseguir cargos, o mencionando al presidente, sabiendo que hace tiempo no se realizan nombramientos”, refiriéndose a un audio en el que involucra al titular de la cámara, Pedro Alliana, en presuntos nombramientos irregulares.
Aunque haya negado todas las acusaciones, habría mayoría en la cámara para aprobar la pérdida de investidura de Portillo, quien así se convertiría en el primer diputado en ser expulsado, ya que el caso anterior, del colorado José María Ibañez, no se concretó porque presentó su renuncia antes de que pudieran echarlo.
