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ASUNCIÓN.- Son 2 los diputados que representan al Departamento del Amambay en la Cámara Baja, el liberal Juan Bartolomé Ramírez, alias Ancho, y el colorado Marcial Lezcano Paredes, quien fuera señalado por la Senad y el Senado, en octubre de 2014, como uno de los narcopolíticos que ocupan una banca en el Congreso.
Mientras todo el mundo da su opinión sobre la guerra entre narcos que se llevó a cabo el miércoles pasado a la noche en Pedro Juan Caballero, y que costó la vida de Jorge Rafaat, ninguno de los dos diputados de Amambay ha tenido interés en hablar con los medios.
Ancho Ramírez fue el primer presidente de la Cámara de Diputados durante el período que se inició en 2013 y el único opositor ya que luego de su mandato, los colorados decidieron ya no ceder la Presidencia a alguien de otra bancada y, de hecho, su sucesor, Hugo Velázquez, irá hasta junio de 2018.
El liberal no ha sido vinculado con el narcotráfico en ningún momento y tiene una trayectoria bastante limpia. Cuando en mayo del año pasado fue asesinado en Yby Yaú, Concepción, el político colorado Magdaleno Silva, exdiputado y también sindicado como narcopolítico, Ramírez aseguró que fue precisamente la mafia del narcotráfico la que lo había matado.
En ese momento reconoció que “puede que alguno de nosotros tengamos relacionamiento con el narcotráfico y la mafia, pero eso no quiere decir que haya capacidad dentro del órgano político para realizar un crimen de esta naturaleza”.
La situación del otro pedrojuanino, el colorado Marcial Lezcano, es bien diferente, ya que siempre se ha sospechado que tenía vínculos con el narcotráfico y en octubre de 2014, cuando el Senado presentó una investigación de la Secretaría Nacional Antidrogas, se lo identificó públicamente como un narcopolítico, junto con otros 2 diputados colorados, Freddy D’Ecclessis y Bernardo Villalba.
Sus vínculos con los traficantes de drogas siempre fueron intensos. En 2013 influyó para que se libere a su hermano acusado de ser narcopolicía, Águedo Lezcano, quien en febrero de este año sufrió un atentado.
En mayo de 2015 estaba en compañía de Carlos Sánchez, alias Chicharõ, cuando este fue detenido por la Senad, acusado de estar implicado en lavado de dinero. Y en octubre del año pasado, su esposa, la abogada Olga Beatriz Bogado, fue imputada por agredir a la fiscala Valeriana Ferreira.
