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Un grupo de legisladores intentará hoy “remover” a Sandra McLeod de Zacarías del cargo de intendente de Ciudad del Este. Los problemas que no logran resolver es que ésta ya renunció a dicha función y que su dimisión fue aceptada por el único organismo facultado para el efecto: La Junta Municipal local. En consecuencia, la iniciativa no solo es irracional, sino también violatoria de las normativas vigentes.
ASUNCIÓN.- Para las 9 de la mañana de hoy está convocado el pleno de Diputados, de acuerdo a una resolución de la Comisión Permanente del Congreso, para tratar como único punto del orden del día el análisis del informe presentado por la interventora de la administración municipal de Ciudad del Este, Carolina Llanes.
Hasta aquí, todo se ajusta a las normas vigentes, puesto que Diputados es la cámara responsable, no solo de aprobar la intervención de un municipio sino de analizar los resultados de la misma y decidir si amerita o no la destitución del intendente o gobernador cuya administración fue intervenida.
El problema que tienen los diputados es que quien fuera intendenta de Ciudad del Este, Sandra McLeod, ya renunció al cargo y su renuncia fue aceptada por la mayoría de los miembros de la Junta Municipal. Es más, hasta ya asumió su sucesor, Celso Miranda, y el proceso institucional parece haberse restablecido en la capital altoparanaense.
Sin embargo, hay una aparente mayoría de legisladores que no quieren que el protagonismo se les escape, así que están decididos a destituir a McLeod de un cargo que ella ya no ocupa, lo cual suena bastante irracional, pero que ya no nos sorprende demasiado porque la racionalidad no impera demasiado en ninguna de las cámaras de nuestro Legislativo, en donde lo único que importa es tener la mayoría para hacer lo que les dé la gana. Claro que, según ellos, las mayorías funcionan cuando son suyas; si las tienen los de la vereda de enfrente, no tienen valor.
Ellos mismos habían dicho, a fines del año pasado, que el único órgano que tiene la facultad de aceptar o rechazar la renuncia de un intendente es la Junta Municipal de la localidad respectiva. Fue cuando el TSJE convocó a elecciones, luego de la primera renuncia de McLeod. Y es esto justamente lo que ocurrió ahora; después de varias dilaciones injustificadas, el colegiado tuvo la mayoría necesaria para sesionar y aprobar dicha renuncia, algo que ahora pretenden desconocer, con lo cual rompen con varias normas vigentes.
“PLAN” ES IMPULSADO POR LA OPOSICIÓN
Las bancadas de la oposición están muy interesadas en que se apruebe el informe de la interventora de la Municipalidad de Ciudad del Este y se destituya a la exintendenta Sandra McLeod. Entre ellos, la encuentrista Kattya González es una de las más interesadas. El interés se centraría en el hecho de que, en el caso de que se pudiera completar el proceso, la Justicia Electoral tendría que convocar a nuevas elecciones en la ciudad, y, vaya a saber por qué, los opositores piensan que podrían ganarlas.
Pero fue un añetete, Colyn Soroka, quien solicitó a la Comisión Permanente la convocatoria a la sesión extra de la cámara. Claro que esto fue antes de que se supiera que el presidente de la República y líder del movimiento dio su apoyo a la aceptación de la renuncia de McLeod y el nombramiento de su sucesor, Celso Miranda. Desde entonces, los abdistas se han mantenido en silencio y no se sabe cómo votarán hoy.
De todos modos, no sería la primera vez que el líder opine una cosa y los legisladores de su movimiento hagan otra diferente. Es lo que los añetete llaman “libertad de pensamiento” aunque mucha gente lo ve como falta de un liderazgo claro y firme, posiblemente por la cantidad de caciques que hay en el oficialismo.
