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ASUNCIÓN. Ayer corrió por las redes sociales un video en el que una mujer, con la voz quebrada, reclama que su hermana haya fallecido por no haber recibido atención del Instituto de Previsión Social en la clínica Yrendagüe, ubicada en Mariano Roque Alonso.

El director de la clínica, doctor Ángel Leguizamón, aclaró que la señora de 56 años fue evaluada primeramente en su domicilio por el equipo de urgencia de SEME, que llegó rápidamente al recibir la llamada.

“Y ahí el informe que tenemos es que ya estaba sin signos de vida. El protocolo requiere que se llame al hospital, al forense de turno y a la Policía. Ahí no entendemos que habrá pasado, porque la gente de la ambulancia les dijo que se le lleve a la clínica para hacer el certificado”, explicó Leguizamón.

Añadió que llegaron a la clínica en un vehículo particular y allí se volvió a constatar que estaba sin signos vitales, a pesar de que se la intentó reanimar. “Era una persona con hipertensión arterial, obesidad mórbida; según describe el marido, tuvo una caída, perdida de conocimiento y le acostaron en la cama. Creemos que pudo haber sido un evento cerebro vascular”.

“Nosotros teníamos 4 médicos de guardia, personal de enfermería suficiente. Yo entiendo la situación, muchas veces los familiares en una situación de urgencia emiten alguna opinión y después, con mente fría, tienen otra idea. Nos comunicamos con el marido para que aclare la circunstancia. Hicimos lo que corresponde a la clínica pero llegó sin signos de vida”, insistió.

También dejó en claro que “a todos los pacientes que fallecen se les hace el test de covid. Hasta ahora ninguno en este establecimiento dio positivo. Se cumple el protocolo a rajatabla. Tenemos que evitar la propagación del virus y todos deben ser evaluados”.