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Los maestros del Colegio Nacional de la Capital (CNC) decidieron ir a huelga ante los reiterados hechos de violencias entre alumnos y contra los profesores. Aseguran que la situación es insostenible por lo que han solicitado garantías para volver a desarrollar las actividades. Los educadores aseguran estar con miedo por la extrema violencia que se registra a diario y que ya no saben qué hacer de los estudiantes. La medida de fuerza tiene el acompañamiento de un grupo de padres.
ASUNCIÓN.- El profesor Francisco Aguilar manifestó que la situación es preocupante porque cada día se registran hechos de extrema violencia y existen riesgos de que pase a mayores. “Hay mucho libertinaje entre los alumnos, muchas veces no podemos hacer nada porque vienen con abogados y el MEC termina otorgándoles un amparo para seguir en la institución”, sostuvo.
Explicó, que el paro iniciaron el miércoles y muchos temen a que se produzcan hechos más graves. “Estamos con el paro y la verdad, de lo que me resta para jubilarme, ya no quiero trabajar en el colegio”, señaló.
Por su parte, Marcos Maciel, vocero de los padres, dijo a la 970 AM que acompañan la medida de los profesores ante la extrema violencia que se vive en la institución y refirió que desean que se den garantías a sus hijos y docentes.
“Existen grupos enfrentados y además hay chicos desorientados y no tienen respaldo familiar, es un problema social. Se desafían, retan a duelo y se agreden. Esperamos no tener que lamentar”, indicó.
Dijo que en estos días un estudiante arrojó un basurero contra un trabajador de la institución educativa que intercedió entre dos grupos de alumnos que se estaban peleando dentro del colegio. “Acá se perdieron los respetos y los valores. Hay ciertos alumnos que creen estar por encima de la institución y de las propias autoridades”, cuestionó.
Cabe señalar que el miércoles fueron expulsados seis alumnos que impulsaron el pasado 9 de mayo una toma de la institución porque supuestamente una docente los maltrataba, pero luego se corroboró que la situación era a la inversa. Los alumnos fueron quienes en todo momento agredían a la docente.
