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NUEVA YORK. Las personas vacunadas contra la Covid-19 en Estados Unidos podrán dejar de llevar mascarilla en lugares cerrados en la mayoría de los casos, según las nuevas normativas de los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), que eliminan además la obligación de lucirla en espacios abiertos y la de mantener la distancia de seguridad de dos metros que ha imperado durante casi toda la pandemia, incluso cuando estén rodeados de gente.
Se trata de un paso mayúsculo hacia la normalización cuando ya se han administrado 264 millones de vacunas desde que comenzó la campaña en diciembre del año pasado. Según los datos de la CDC, el 35,4% de la población estadounidense ya está plenamente protegida frente al 46,4% que ha recibido al menos una dosis. En mayores de 18 años el porcentaje se dispara hasta el 58,7%.
“Si estás completamente vacunado, puedes comenzar a hacer las cosas que dejaste de hacer debido a la pandemia “, ha dicho este jueves la doctora Rochelle Walensky, directora de la CDC, desde la Casa Blanca. “Todos hemos anhelado este momento en el que podamos regresar a un cierto sentido de normalidad”.
Eso sí, el uso de la mascarilla continuará siendo de uso obligatorio en aviones y en hospitales, además de en ciertos lugares de trabajo que aún la puedan exigir. Pero la relajación de las medidas por parte del CDC se traducirá en una vuelta de millones de estadounidenses a sus lugares físicos de trabajo y a un mayor nivel de normalidad en colegios de todo el país.
Las autoridades creen que la campaña de vacunación masiva han sido un factor determinante a la hora de alcanzar lo que puede ser un punto de inflexión en lucha contra el coronavirus. La prueba es el notable descenso en el número de muertes desde enero a nivel nacional, de 3.000 diarios a los menos de 600 actuales, lo mismo que el número de positivos. El 8 de enero se registraron 300.000 casos frente a los 35.538 del miércoles. (Con información de El Mundo).
