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ASUNCIÓN. A tempranas horas de hoy, el liberal Dionisio Amarilla llegó hasta el Senado a reclamar que se le devuelva su banca, ya que lo expulsaron sin siquiera haber sido imputado, cuando que en el caso de Rodolfo Friedmann exigen que primero haya una sentencia firme.
Por su parte, el presidente del Senado, Óscar Salomón, afirmó que el pleno se equivocó al sacar la investidura a algunos de los legisladores, como Amarilla, Paraguayo Cubas y María Eugenia Bajac. Con este criterio, estos dos últimos están perfectamente habilitados a reclamar lo mismo que el liberal, es decir, reclamar que se les devuelva la banca porque ahora resulta que se requiere reglamentación del artículo constitucional y una sentencia judicial previa, antes de que la cámara expulse a uno de sus miembros.
Todo esto es un Efecto Dominó de la vergonzosa postura que ayer tuvo la mayoría de los senadores, al salvar a Friedmann de su pérdida de investidura, utilizando argumentos que jamás se tuvieron en cuenta en los 6 casos anteriores en los que por simple mayoría de votos se dejó fuera a quienes habían tenido los votos necesarios para ocupar una banca.
Tratando de tapar el sol con un dedo, Salomón anunció que el lunes se presentará un proyecto que reglamente el proceso de pérdida de investidura. Este sería el tercer intento ya que en dos ocasiones anteriores la reglamentación, que a duras penas pudo ser sancionado por las cámaras, fue vetada por el Ejecutivo, así que lo más probable es que ocurra lo que dijo Stephan Rasmussen, de Patria Querida, que luego del bochorno de ayer, durante los 3 años que faltan para que termine el mandato de este Parlamento no se volverá a hacer ningún intento de sacar la investidura a un legislador, a pesar de lo delincuente que fuere.
