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La bancada oficialista de la ANR en el Senado dejaría sin quórum la sesión del martes en la que debería continuar el juicio político al ministro Sindulfo Blanco, con la intención de reiniciar el proceso después de las internas liberales de fines de junio. Conscientes de que ahora no hay votos para condenar al enjuiciado, los cartistas pretenden negociar con las nuevas autoridades electas del PLRA.
ASUNCIÓN.- Los oficialistas están planificando hacer lo único inteligente que puede salvar este proceso que hasta ahora parece no ser más que un circo destinado a blanquear al ministro de la Corte, puesto que sin los 30 votos exigidos para condenarlo, será declarado inocente y logrará la impunidad, a pesar de que las pruebas en su contra sean abrumadoras.
Hace rato que advertimos que este afán por impulsar un juicio político que está muerto antes de empezar tiene la única intención de dar impunidad a Blanco, Óscar Bajac y César Garay, los tres ministros de la Corte acusados por la Cámara de Diputados hace casi un año y medio.
Desde diciembre de 2014 faltan 3 votos para alcanzar el número mágico con el cual se podrá condenar a los tres, quienes son juzgados por separado debido a una decisión absurda tomada por la mesa directiva del Senado, lo que dilatará el proceso por meses y, quizás años, siempre y cuando alguno sea condenado; de lo contrario, será como soplar y hacer botellas, con un proceso rapidísimo que culminaría con la impunidad de los ministros.
El Senado ha dilatado este proceso con la excusa de estar en negociaciones para obtener los 3 votos faltantes, pero una y otra vez, tanto la disidencia colorada como bancadas de la Oposición dijeron que no pensaban apoyar el juicio político porque es una jugada del presidente Horacio Cartes para copar la Corte Suprema de Justicia, aunque, en realidad, se sabe que uno o más de estos ministros manejan causas en las que están involucrados algunos senadores o sus familias, así que lo que realmente ocurre es un toma y daca: yo no te condeno en el Senado y vos no me condenás en la Corte.
Pero el oficialismo se resiste a dejarse vencer y ha decidido una jugada inteligente. Dejar sin quórum la sesión del martes y seguir haciéndolo hasta después de las internas liberales. Se considera que las nuevas autoridades que resulten electas el 26 de junio estarían más dispuestas a conseguir los 3 votos faltantes para que, Blanco primero y los otros dos después, sean condenados y separados de su cargo de ministros de la Corte.
