ADN Digital
Artículos relacionados
Prácticamente han desaparecido los limpiavidrios de las calles de Asunción, desde que se puso en vigencia la ordenanza municipal que prohibía la actividad. Esto no es fruto de un milagro sino de la atención que las autoridades han prestado a estas personas, dándoles otra actividad con la que puedan mantener a sus familias.
ASUNCIÓN.- Muchos sectores pensaron que era utópico intentar que desaparezcan los limpiavidrios, puesto que no había donde reubicarlos y tampoco se los podía eliminar, alegremente, tal como lo proponía alguna gente.
Parecía bastante complicado poner en marcha la ordenanza que prohibía la actividad de los limpiavidrios en las calles de Asunción, en donde se habían convertido en un verdadero problema para los miles de vehículos que debían soportar un ambiente de acoso y violencia de quienes copaban las esquinas con mayor cantidad de tráfico en la capital.
Sin embargo, el experimento dio resultado porque quienes exigían la aplicación de la ordenanza municipal se tomaron su tiempo para analizar las necesidades de quienes veían en la actividad callejera su única posibilidad de subsistencia. Y estas autoridades se ocuparon de las necesidades de los marginales y les consiguieron un trabajo digno y remunerado, por lo cual la migración de las calles fue sencilla y tranquila.
Hoy, a menos de un mes de la entrada en vigencia de la ordenanza, son muy pocos los limpiavidrios que sobreviven en alguna esquina sin mucho tráfico. La gran mayoría ha desaparecido de las calles de manera pacífica porque se le ha dado la posibilidad de trabajar y mantener a sus familias.
Esto bien podría servir de ejemplo para otros sectores que no pueden solucionar el problema de los niños de la calle, que son explotados por sus padres o extraños, quienes, posiblemente, también podrían ser beneficiados con puestos de trabajo que les permita una vida más digna y garantice la protección de los menores.
