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ASUNCIÓN. Durante dos meses y medio, las chicanas permanentes del abogado Guillermo Duarte Cacavelos y sus satélites evitaron que se pudiera siquiera llamar a audiencia de imposición de medidas de Rodolfo Friedmann, Marly Figueredo y otros 3 imputados en la causa que investiga el negociado con el almuerzo escolar en los departamentos del Guairá y Caazapá.

Pero la situación cambió cuando el juez natural de la causa, José Agustín Delmás, pidió unos días de permiso, y mediante presiones, el político y su abogado lograron que asuma la responsabilidad Rolando Duarte, magistrado “amigo” del entorno.

Como Delmás puede regresar en cualquier momento, su reemplazante se dio prisa en tomar una serie de decisiones, como levantar la orden de captura en contra del primo de “Rolfi”, Álvaro Alfaro, y su contadora, Lourdes González, sin tener en cuenta que ambos permanecieron prófugos desde el día de su imputación.

Y para rematar su “buena” actuación y demostrando que cuando quiere, la justicia es rápida, aunque seguramente no barata, el juez Duarte hizo lo que no pudo hacer Delmás durante más de dos meses, convocar de manera virtual a la audiencia de imposición y rápidamente otorgó medidas sustitutivas a Friedmann y su esposa. Entre estas medidas, les otorgó fianza de 200 y 100 mil dólares respectivamente, y les prohibió cambiar de domicilio y salir del país.

Al justificar su decisión, Duarte dijo que las medidas alternativas fueron solicitadas por la Fiscalía, que no pidió prisión preventiva para ellos, aunque el magistrado no tiene la obligación de aceptar lo que propone el Ministerio Público.