ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN. Luego de haber despotricado en todos los medios de comunicación, denunciando una campaña en su contra y ante las contundentes pruebas presentadas por el Ministerio de Salud, Mirtha Gusinky reconoció que mintió al negar haber sido vacunada sin estar en el rango de edad habilitado, pero no desaprovechó la ocasión para victimizarse asegurando que es una persona enferma y que con la vacuna ahora tiene “esperanzas de vida”.
En una nota dirigida al presidente del Senado, Óscar Salomón, Gusinky reconoce su mentira y que se burló de la ciudadanía, pero pretende que su único error fue su mentira y no el hecho de haberse vacunado utilizando sus privilegios como legisladora.
“Respecto a mis declaraciones que son de público conocimiento, asumo mi responsabilidad por faltar a la verdad en lo manifestado ante los medios de comunicación”, inicia su carta.
Continúa diciendo que “el motivo de mi declaración se debió a mi intención de no perjudicar al personal de blanco que me ha dado esperanzas de vida al vacunarme. Me han comunicado sobre la existencia de algunas dosis sobrantes que no deberían echarse a perder y me ofrecieron la vacunación. De manera inmediata he aceptado recibirla. En ese sentido, accedí a vacunarme sin imaginar este desenlace, lo cual hizo que incurriera en una irresponsable declaración, de la cual me siento sumamente arrepentida”.
Insistiendo con que su único error fue mentir, que nadie niega que fue muy grave, justificó, sin embargo, su vacunación VIP asegurando que “en los últimos diez meses he sido internada en varias oportunidades, en el Sanatorio San Roque y el Adventista. Además de estar ambulatoriamente con oxígeno en mi casa en numerosas ocasiones. Todas estas internaciones fueron por problemas respiratorios graves, ninguna de ellas por Covid-19”.
“Estimado presidente y colegas senadores, tal vez no sea fácil en este momento ponerse en mi lugar: vivo sola, con un desgastado estado de salud, mi visa vencida y sin fecha de renovación hasta ese momento. Acepté sin analizar las consecuencias de mi vacunación y recibí dicha dosis con mucha esperanza. Poniéndose en mi lugar ustedes, ¿qué harían en ese caso?”, desafía a sus colegas intentando de cualquier manera salvarse de su expulsión de la cámara.
Reconoce que se burló de la ciudadanía al escribir: “No justifico mis declaraciones, por ello, pido disculpas a la ciudadanía entera que se sintió burlada; como así también a mis colegas, quienes, sin tener culpa, fueron salpicados por mi error. Me pongo a disposición del pleno para que analicen la situación y tomen la determinación que a su entender corresponda. Entiendo estamos obligados a entender el contexto de la situación, son momentos muy sensibles y asumo responsablemente mi error”.
