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Cualquier candidato a un cargo electivo puede resultar ganador en una encuesta, si tiene para pagar su costo. Resulta agobiante ver cómo, un arma respetada y utilizada en todo el mundo para posicionar una candidatura o una marca, en nuestro país se ha mercantilizado de tal manera que hoy nadie cree en los sondeos de opinión ni en los encuestadores, cada vez más desacreditados.
ASUNCIÓN.- El PLRA dio a conocer una encuesta “independiente” en donde el claro ganador de las elecciones del año próximo es Efraín Alegre. Otro tanto hace el movimiento Colorado Añetete, aunque allí triunfa Mario Abdo Benítez, y no sería extraño que hasta Juan Bautista Ibáñez consiga una en donde se alce con el triunfo.
La primera encuesta publicada hace unos meses por el diario Última Hora, al que le hubiera encantado que Marito o Alegre encabezara las preferencias electorales de la ciudadanía, tuvieron que resignarse a verlos ubicados en último lugar, sin ninguna chance, mientras que –con reelección- era Fernando Lugo el que tenía una mayoría cómoda; y sin ella, Mario Ferreiro.
La intención de esta encuesta era, claramente, posicionar la idea de que Horacio Cartes no tenía posibilidades de ser reelecto y que, si se persistía con la idea de la enmienda, el Partido Colorado perdería el poder de mano de Lugo, el circunstancial aliado del cartismo en el tema.
Esto apenas comienza, y las encuestas que están siendo publicadas no serán las últimas ni las definitivas. Finalmente, falta un año para las elecciones generales y las empresas encuestadoras pueden publicar los resultados hasta 15 días antes. No tenemos ninguna duda de que hay trabajos serios y veraces, encargados posiblemente por medios de comunicación o sectores políticos, que quieren conocer la situación. Pero no son estas las que adquieren luz pública, sobre todo si quien las paga no figura como ganador.
Porque los sondeos de opinión, en los últimos años, se han convertido más que en una herramienta, en un arma política que los candidatos utilizan para establecer alianzas o conseguir beneficios. Lo único que más o menos conservaba su credibilidad era la boca de urna, pero luego de la experiencia de las municipales del 2015, también está en entredicho. En esa ocasión, durante toda la jornada electoral los sondeos dieron como contundente ganador al colorado Arnaldo Samaniego, a pesar de lo cual, terminó electo como intendente el independiente Mario Ferreiro.
