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En la sesión de ayer hubo varias sorpresas, entre ellas la abstención del colorado José María Ibañez y la decisión de tres liberales de votar en contra de la propuesta de su partido de tratar el proyecto en la sesión de ayer. Resulta obvio que en su empecinamiento por convencer a los colorados, Efraín Alegre descuidó a sus correligionarios, quienes votaron libremente, al no haber ninguna indicación partidaria sobre la postergación.
ASUNCIÓN.- Ni bien empezó la sesión ordinaria de ayer de la Cámara de Diputados, el liberal Víctor Ríos mocionó que se levante la misma y se convoque inmediatamente a una extraordinaria para tratar, como único punto, dos proyectos de enmienda constitucional, uno el de Óscar Tuma, que había sido presentado en abril pasado, y otro del bloque liberal, cuya existencia, hasta entonces, era desconocida por los legisladores.
Allí no hubo mayor debate, el cual empezó una vez iniciada la sesión extraordinaria y luego de que se unificaran los dos proyectos en torno al de Tuma, ya que enseguida quedaron en evidencia dos posturas dispares: la de los liberales, encabezados por Ríos, que pretendía que el tema fuera tratado ayer mismo, y el de los colorados, a través de Ramón Romero Roa, que insistió en que el proyecto fuera remitido a la Comisión de Asuntos Constitucionales, ya que no había dictamen sobre el tema.
Otro liberal, Amado Florentín, propuso que la cámara se convirtiera en comisión para emitir primero un dictamen, pero como esto generó discusión, al final se pichó y decidió retirar su propuesta, planteando que el proyecto se trate ya en el momento, algo que fue rebatido por el presidente de Asuntos Constitucionales, Romero Roa, quien recordó que ningún proyecto puede tratarse sin dictamen, así que, o se convertían en comisión o lo remitían a una.
A pedido de Ríos, la votación fue nominal y quedó definida entre quienes estaban de acuerdo con la versión liberal, de tratar el proyecto en el momento; o la colorada, de postergarlo durante 8 días, en espera del dictamen de la comisión y la decisión de las bancadas.
Y aquí fue donde Alegre se dio con un palmo de narices, puesto que, en su afán de conseguir votos colorados para rechazar la enmienda, descuidó y manoseó tanto a su partido, que logró que tres liberales votaran por la opción colorada, lo cual ni siquiera implica una desobediencia al partido puesto que la orden era votar contra la reelección y no por la prórroga de su estudio.
Milciades Duré, Gustavo Cardozo y Fernando Nicora hicieron pito catalán al mandato partidario y decidieron apoyar la opción de que se prorrogue el tratamiento por 8 días, tal como pretendían los colorados. Si el titular del PLRA no hubiera actuado de manera tan torpe y grosera, posiblemente ayer hubiera tenido los votos necesarios para salirse con la suya y mandar al basurero la posibilidad de la reelección presidencial.
