MIAMI.- Los cubanos de Miami aguardaron con esperanza, cautela o un marcado pesimismo el resultado de la votación parlamentaria de la que surgió el nuevo presidente de Cuba, que para algunos es “una oportunidad para el cambio” y para otros “una auténtica farsa”.
El excongresista demócrata Joe García, nacido en EE.UU. hace 54 años y recién regresado de Cuba, subrayó que hay consenso en que “hay una profunda necesidad de cambio” en la isla y en que ese cambio no debe ser cosmético sino “quirúrgico”.
El relevo presidencial de Raúl Castro, “invita” a una “oportunidad de cambio”, que debería ser aprovechada tanto por el Gobierno cubano como por los cubano-estadounidenses, dice García, defensor de la política de apertura a la isla del anterior presidente estadounidense, Barack Obama.
En el otro extremo están las organizaciones del exilio cubano y otras como Cuba Decide que reclaman “elecciones libres” en Cuba y que la comunidad internacional desconozca al sucesor de Castro, porque, según proclamaron en una manifestación en Miami, quieren un cambio de sistema, “no un cambio de tirano”.