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CIUDAD DEL ESTE. Familiares e integrantes de organizaciones sociales se manifestaron esta mañana en frente del Palacio de Justicia de Ciudad del Este, para exigir al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) el tratamiento de la denuncia contra los camaristas Isidro González, Aniceto Amarilla y Miryan Meza. Hay fuertes sospechas de que la intención sería blanquear a los citados magistrados, quienes liberaron al expolicía José María González Marecos, condenado a 10 años de cárcel por coacción sexual, violación y abuso sexual en niños. El padre de la víctima, hijastra del autor, entonces de 9 años, se encadenó en frente de la estatua de Astrea, diosa de la Justicia.

“Los familiares, principalmente el papá de la niña, siguen mendigando por Justicia”, dijo la abogada de la querella, Nilda Benítez. La causa es del 2015 y en agosto del año pasado, tras varias chicanas, el exagente de Interpol fue juzgado y condenado a 10 años por el tribunal integrado por Evangelina Villalba Montanía, Oscar Gabriel Genes Ayala y Alba Meza.

Sin embargo, los citados camaristas resolvieron que González Marecos sea puesto en libertad, pese a la sentencia.

El presidente del JEM, Enrique Bacchetta, pidió los antecedentes del caso y el pleno del cuerpo colegiado decidió suspender a los integrantes del Tribunal de Apelaciones, en octubre del año pasado. Desde entonces, todo sigue parado y sin definición, mientras los jueces González, Amarilla y Meza operan para zafar de la destitución. “Serían blanqueados a través de una auditoría de la causa, dispuesta por la Corte Suprema de Justicia. Están operando fuertemente”, afirmó la abogada Benítez.

Desde el 2015, los familiares de la niña emprenden una batalla al estilo David y Goliat, no solamente por poner tras las rejas a un violador, sino también contra la influencia que ejercen los malos administradores de la justicia, quienes permiten que hasta ahora un depravado (condenado) siga en libertad.

La protesta de hoy contó con el apoyo de la organización “Con los niños NO”. Los manifestantes exhibieron muñecas simulando estar ensangrentada en la parte íntima, como producto de la violación. Otro episodio conmovedor fue que el padre de la niña se encadenó en frente del Palacio de Justicia y entre lágrimas, exigía justicia.