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Varios especialistas del sector energético expusieron sus posturas en relación a la política negociadora que deberá presentar el gobierno paraguayo ante sus pares de Brasil, cuando se inicien las renegociaciones del Anexo C del Tratado de Itaipú. Emergieron dos planteamientos: uno pretende una revisión total del Tratado, porque considera que es perjudicial para los intereses de Paraguay; en tanto, otro grupo reduce a tratar solo el Anexo C. Una tercera opinión propone darle una importante participación a la ANDE en el punto de negociación de la energía excedente a precio de mercado. El evento fue organizado por ambas cámaras del Congreso.
ASUNCIÓN.- La mesa organizada por dos comisiones de energía de las dos cámaras, Diputados y Senadores, reflejó la disparidad de criterios de la misma sociedad, en relación al rumbo que deberá seguir el gobierno en la mesa de conversaciones con Brasil, sobre el Anexo C del Tratado de Itaipú.
La pretensión de este evento es elaborar un proyecto consensuado y entregar al Poder Ejecutivo para que lo tenga en cuenta durante las conversaciones.
Asistieron altos exponentes del sector energético, senadores y diputados, quienes desde el inicio mismo de la exposición de sus posturas ya dejaron notar discrepancias de fondo y de forma.
Un sector se mostró bastante radical y apuntó que los negociadores deben fijar su atención “en la renegociación de todo el Tratado; porque en su conjunto conspira contra los intereses de Paraguay, siempre perjudicó”. Otra postura plantea que solo se centre la atención en el Anexo C, porque considera que es el punto medular del funcionamiento de la binacional.
El ingeniero Horacio Feliciángeli cuestionó que se esté creando un escenario gigantesco, cuando lo que se debe hacer es centrarse en la recuperación de la potestad sobre la energía que pertenece a Paraguay.
Destacó al respecto: “Paraguay está en esta situación porque tenemos un monopolio estatal ineficiente y corrupto, desidia. Nunca nos pusimos a la altura de poder comerciar y comprar la energía de Itaipú. Por lo menos cinco veces ya se cambió el Anexo C. Hablan de Jeffrey Sachs y de Miguel Carter, pero muy poco hay que negociar. Es comprar la energía que le corresponde a Paraguay, no ir a vender, la ANDE no va a vender. Las empresas estatales ya no hacen eso. No podemos ir a llorar por la leche derramada”, dijo el profesional.
Un tercer grupo plantea una fuerte intervención estatista en el plan: “Paraguay, a través de la ANDE, debe exigir un precio alto, valor mercado, por la venta de su excedente al Brasil”, plan a la que se opone el ingeniero Feliciángeli.
Otro segmento propone el libre mercado y que se pueda vender el producto a la nación vecina a precios más bajos, sin intervención estatal.
Estas sugerencias coinciden en un eventual encarecimiento de la energía, situación que tropieza con la pretensión brasileña de reducir costos; anunciado por el presidente Jair Bolsonaro.
Sobre esa base se plantea que sea el sector privado el objetivo y ahí generar condiciones para un escenario positivo para la exigencia paraguaya.
