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ASUNCIÓN. Si hay algo que continuó gozando de buena salud durante la cuarentena son las chicanas, contra las que ni siquiera el covid-19 pudo. Como no podía quedar atrás, también el diputado oficialista Miguel Cuevas recurre frecuentemente a esta forma de entorpecer el proceso judicial que se tiene en su contra.
Luego de salir de la Agrupación Especializada y conseguir prisión domiciliaria, Cuevas, quien está procesado por enriquecimiento ilícito, recusó al fiscal anticorrupción Luis Piñánez con el objetivo de evitar que fueran acusados su esposa y su hijo, quienes también están incluidos en la misma causa.
Piñánez solicitó a la fiscal adjunta Soledad Machuca, que deberá resolver la recusación presentada por la defensa de Cuevas, que rechace el pedido asegurando que no existen elementos que justifiquen que se lo aparte de la causa. En la nota presentada afirma que ni siquiera hubo una posición contradictoria en relación a la prisión preventiva del legislador abdista, tal como aduce su defensa al justificar el pedido de recusación.
“Lo que le molestó es que la Fiscalía realizó constituciones tomando declaraciones en la ciudad de Paraguarí; en dichos actos procesales fue colectado un testimonio en el cual se refuta un ingreso a favor de Miguel Cuevas por valor de G. 300.000.000. Lo que pretende dicha parte es que la Fiscalía no pueda realizar su investigación, pretende que la Fiscalía comunique a la defensa de Miguel Cuevas cuando va a realizar un allanamiento”, dice el escrito del fiscal Piñánez.
Dijo también que la recusación se planteó 24 horas antes de la presentación del acto conclusivo que tiene relación con Enzo Cuevas y Nancy Florentín, hijo y esposa de Cuevas, lo cual, sin embargo, no impidió que la fiscal Victoria Acuña, quien reemplaza provisoriamente a Piñánez, acusara a Florentín por cobro indebido de honorarios.
