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ASUNCIÓN.- El giscal general del Estado, Javier Díaz Verón, busca justificarse en la lucha contra los criminales autodenominados Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), señalando que los resultados de combate contra estos criminales en el Norte del país es responsabilidad de los organismos de seguridad. Esto ignorando que los fiscales tienen gran cuota en el tema ya que deben buscar todas las evidencias para colaborar y que los uniformados logren atrapar a estos marginales.
“No hay resultados positivos, cuando en un equipo de fútbol no tienen resultados se cambia de técnico, es lo que se debe hacer acá. Lo que deben hacer es aprehender a estas personas para que el Ministerio Público pueda hacer su trabajo, mientras tanto estamos como jugadores en pretemporada, esperando para realizar nuestro trabajo”, expresó.
Al ser consultado si le parecía satisfactorio el trabajo realizado por la Fuerza de Tarea Conjunta y el Ministerio del Interior respondió que no y además volvió a recalcar que la Fiscalía depende de los resultados de los mismos.
Estas desatinadas afirmaciones confirman que los agentes del Ministerio Público, siempre están de brazos cruzados esperando que los agentes del orden les sirvan en bandejas a sus clientes.
Sin embargo, la Ley 1562/00, Orgánica del Ministerio Público, en su artículo 1º, establece que, “el Ministerio Público es un órgano con autonomía funcional y administrativa, que representa a la sociedad ante los órganos jurisdiccionales para velar por el respeto de los derechos y de las garantías constitucionales, promover la acción penal pública en defensa del patrimonio público y social, del medio ambiente y de otros intereses difusos y de los derechos de los pueblos indígenas, y ejercer la acción penal en los casos en que para iniciarla o proseguirla no fuese necesaria instancia de parte”. Esto demuestra que no necesita de una institución “niñera” para actuar.
