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El fiscal general del Estado (con mandato vencido), Javier Díaz Verón, dijo a los medios que no tiene intención de renunciar al cargo a pesar de que hay una investigación abierta en su contra por enriquecimiento ilícito. No obstante, ya debería estar en funciones su reemplazante, que no pudo ser electo por falta de acuerdo entre el Ejecutivo y el Senado. La seleccionada de una terna es la fiscal Sandra Quiñónez.
ASUNCIÓN.- Mucha gente, y hasta el mismo Díaz Verón, parecen haber olvidado que el único motivo por el cual permanece al frente del Ministerio Público es porque, para variar, el Ejecutivo y el Senado no pudieron ponerse de acuerdo para elegir a su sucesor. La verdad es que su situación en la institución está pegada con chicle, por el principio de reconducción tácita que le permite continuar en el cargo hasta tanto pueda asumir el nuevo fiscal.
A pesar de todo esto, algunos diputados pretenden someterle a juicio político, cuyo proceso, posiblemente, dure más tiempo que el que permanecerá en la institución. Y otros insisten en que renuncie, algo a lo que él se niega, según dijo ayer, aunque está dispuesto a apartarse del cargo mientras dure la investigación fiscal, algo que también es probable que dure más que su permanencia en el cargo.
Lo mejor que puede ocurrir para solucionar esta situación irregular que vive en este momento la Fiscalía es que el Ejecutivo y el Senado acuerden cuanto antes confirmar a su reemplazante. Pero en esto también hay complicaciones puesto que mientras algunos piensan que ha llegado el momento de pensar en los intereses nacionales y apurar el acuerdo constitucional para que Sandra Quiñónez asuma la titularidad del Ministerio Público, otros, como el Frente Guasu, pretenden dilatar aún más el caso, pidiendo que el Consejo de la Magistratura reinicie todo el proceso para armar la terna de candidatos.
Pero Díaz Verón parece estar muy seguro en el cargo, por lo que insistió que no piensa renunciar. “No tengo por qué: sería como dejar de lado y abandonar a mis compañeros de trabajo”, dijo.
Supongamos que renuncia, o se lo condena por juicio político sin que haya todavía un reemplazante confirmado. ¿Quién asumirá en el cargo? Si pensamos en un orden de sucesión, debería ser Federico Espinoza u otro de los fiscales adjuntos. Pero nadie habla todavía del tema.
