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¿Todo fue una farsa?

Los añetete están actuando como si ellos hubieran perdido las internas y debieron fingir que se aliaban a Honor Colorado solamente para conseguir que la ANR triunfara en las elecciones generales. En serio, toda la actitud que tienen es de unos perdedores que están dispuestos a acuchillar a los ganadores en la primera oportunidad.

Durante estos días estuvimos hablando de unos cuantos senadores del movimiento de Marito que pretendían echar por la borda todos los acuerdos logrados que deberían posibilitar una buena gobernabilidad al presidente electo. Pensamos que era un grupo aislado que no representaba a la mayoría de Colorado Añetete, la que sí estaba dispuesta a seguir trabajando por la unidad lograda en la campaña electoral, teniendo en cuenta que los grandes beneficiados fueron precisamente ellos ya que gracias al trabajo intenso desplegado por los oficialistas que recibieron instrucciones precisas del líder del movimiento, el presidente Cartes, se logró que su candidato sea ahora presidente electo de la República.

Pero, por lo visto, la traición puede llegar a ser muy contagiosa. Ayer nomás apareció un grupo de coordinadores del Movimiento Colorado Añetete que felicita a los senadores que evitaron el quórum en la sesión del Congreso y “les insta” a mantenerse en esa postura y así impidan que Cartes pueda jurar como senador de la Nación.

No están identificados estos coordinadores, pero si ocupan un lugar tan importante dentro del movimiento imaginamos que trabajaron por la Lista 1 durante la campaña electoral, así que hicieron proselitismo por el candidato a presidente y por la lista de candidatos al Senado, la que estaba encabezada por el mismo presidente.

También estamos seguros de que para hacer esta campaña, por su candidato a presidente y los demás, utilizaron recursos que, en su mayoría, provenía de Honor Colorado y de Cartes, y lo hicieron abiertamente, jurando fidelidad y sentido de pertenencia con toda la Lista 1.

Si esto es tan criticable en Luis Castiglioni, Arnoldo Wiens y Blanca Ovelar, que se beneficiaron de los fondos y del trabajo de los oficialistas, que se beneficiaron consiguiendo los cargos a los que se habían postulado, es igual de criticable en los dirigentes que engañaron a las bases pidiendo votos para toda la Lista 1, y traicionando la unidad partidaria ni bien lograron su objetivo, que era hacer que triunfara Marito en la Presidencia.

A riesgo de pecar de ingenuos, preferimos seguir pensando que esta gente no representa a la mayoría de Colorado Añetete sino a un bolsón de aprovechadores y camanduleros que traicionarían a quien sea y por lo que fuere. Nos mantienen esa expectativa algunas actitudes asumidas por Juan Carlos Galaverna, Enrique Bachetta, Silvio Ovelar, Juan Ernesto Villamayor, que parecen tener la seriedad y cordura suficientes para saber que jamás hubieran llegado a dónde están si no fuera por Cartes y su movimiento. Y están dispuestos a honrar el compromiso asumido.

Y, por supuesto, nuestras expectativas están depositadas en el presidente electo, quien ha dicho varias veces que Cartes está habilitado por la Corte y nadie puede ir en contra de esa sentencia. Claro que estas expectativas son, sin embargo, moderadas puesto que, hasta ahora, el presidente electo se limitó a declaraciones generales y no a dar instrucciones precisas a sus propios senadores.

Menos charla y más acción. Es justamente lo que en este momento se necesita del presidente electo. De lo contrario, su movimiento quedaría como una caterva de sinvergüenzas y aprovechadores.

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