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Cuando Desirée Masi dice en la conversación del grupo de los senadores revoltosos en el Whatsapp que pronto asumiría Roberto Acevedo como presidente de la República, lo que hace es confirmar que el complot tenía la intención de provocar una doble acefalía, derrocando a Horacio Cartes y Juan Afara, quedando allanado el camino para que el liberal llegue al Palacio de López.
ASUNCIÓN.- El primer liberal que llegó al poder después de 1940 (cuando falleció José Félix Estigarribia) fue Federico Franco en 2012 y lo hizo mediante un golpe de Estado que derrocó a Fernando Lugo. Pasaron 7 décadas y su Presidencia solamente duró 1 año y 2 meses.
Esto significa que en más de 70 años, solamente conspirando en contra del presidente, un liberal pudo llegar al poder y es justamente eso lo que parecen estar pretendiendo los senadores que se dedican a conspirar por Whatsapp, hacer un nuevo golpe de Estado para que llegue al poder Acevedo, otro liberal. Claro que para ello la acefalía deberá ser doble puesto que Acevedo es el tercero en la línea de sucesión, así que primero hay que sacar del juego a Cartes y Afara, para luego conseguir su objetivo.
Los medios de comunicación afines al grupete pretenden burlarse de la decisión de la ANR de denunciar estas conversaciones ante la Fiscalía, por considerar un hecho grave que no puede ser tomado a la ligera, ya que allí no solamente se habló de hacer un golpe de Estado sino también de contratar un sicario para matar al presidente.
El primer diálogo que sacó a la luz el oficialista Luis Canillas –quien fue el que hizo la denuncia- fue entre Masi y Acevedo y allí hablaban de la contratación de un sicario. Aunque en ese momento no mencionan a Cartes, no había dudas de que se referían a él.
En días posteriores, Canillas presentó copias de otros diálogos del mismo grupo y allí Masi plantea el golpe de Estado y dice que “entonces, Robert será presidente de la República!”. Tampoco allí se menciona el nombre del jefe de Estado pero habría que ver qué otra persona sería destinataria del complot para que el liberal pudiera llegar a la máxima magistratura del país.
Al verse descubiertos en su plan chapucero, Masi y Acevedo intentaron ridiculizar las denuncias y denunciaron pinchazos y diálogos inventados. Lo único cierto aquí es que un grupo de senadores utiliza las redes sociales para conspirar contra el gobierno.
