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Los grupos ultraminoritarios, supuestos campesinos y cooperativistas, se unen para joderle la vida a los ciudadanos. Los principales objetivos de estos sectores, que no son afines, serían crear una gran cortina de humo y tratar desgastar al gobierno. En el primero solo los líderes se benefician con los millonarios recursos del Estado, mientras que en el segundo los directivos se convierten en dueños y señores de la plata de los socios, siempre están en el poder, y son grandes jerarcas.
ASUNCIÓN.- Los supuestos líderes campesinos y “tragadores” de recursos públicos se unen a los cooperativistas para crear una gran cortina de humo, desgastar al gobierno y sacar pingues ganancias. Su principal cabecilla es el concejal departamental de San Pedro por el Frente Guasu, Elvio Benítez, con frondosos antecedentes judiciales y que gracias a la complicidad de la Justicia anda libre.
La movilización campesina es estrictamente política, los representantes del Frente Guasu además de las cuestiones ya mencionados arriba quieren que se les perdone sus deudas a los supuestos campesinos, quienes fueron sujetos de créditos por parte de pequeñas cooperativas y el dinero terminó en el bolsillo de los dirigentes.
ELVIO SIEMPRE EN LA MATUFIA
El 19 de octubre del 2001 firmaron un convenio de cooperación “con la fiscalización de: el Obispado de la diócesis de San Pedro y la Unidad Técnica Ejecutora de Proyectos UTEP/MAG)”. Según el convenio, el dinero ya estaba depositado en el Banco Nacional de Fomento (BNF) de San Pedro y se fijaba como ordenadores de gastos al Ing. José Rodríguez (un exfuncionario del MAG que hoy día ejerce como líder campesino junto a Elvio Benítez) y a Julio Ruiz Liuzzi, entonces gobernador (luego terminó destituido). Firmaron el convenio también técnicos del MAG y rubricó como fiscalizador el entonces monseñor Fernando Lugo, actual senador de la Nación por el Frente Guasu. El citado convenio aclara que entre “la suma entregada hasta la fecha y la que fue transferida (US$ 500.000)”, el total percibido ascendía a unos 1.200.000 dólares no reembolsables.
A fines del 2004, se comprobó que ese dinero, unos 6.960 millones de guaraníes, terminó dilapidado, los administradores terminaron denunciados por el MAG, con dictamen en contra de la Contraloría General de la República y 21 personas imputadas por la fiscala Alba Delvalle.
LUGO METIDO EN NEGOCIADO
En octubre de 2008, apenas dos meses después de asumir, como presidente de la República, Fernando Lugo, firmó un acuerdo con la comisión vecinal Mcal. López donde se comprometía a comprar las tierras de Rodrigues Teixeira. Esta comisión tenía entre sus dirigentes al Ing. José Rodríguez, militante del Partido Patria Libre. Con la compra de esta propiedad se conforma un área de más de 60.000 hectáreas junto con colonias reconocidas por su violencia, como Agüerito y Táva Guaraní, administradas por el polémico Elvio Benítez.
El 22 de abril de 2009, la Coordinadora de Productores Agrícolas San Pedro Norte (CPA-SPN), cuyos principales referentes fueron Elvio Benítez y el Ing. José Rodríguez, este último como asesor técnico presentan un Modelo de Desarrollo Campesino. Desaprovecharon dos décadas para desarrollarse, pese a tener mucha y buena tierra y recursos proveídos por el Estado, G. 1.200 millones durante seis años.
PRETENDIERON “BORRAR” EL CONGRESO
El 10 de agosto de 2009 fue denunciado un grupo de personas de preparar una marcha contra el Congreso. Acusaron al Parlamento de trabar las iniciativas del gobierno. Particularmente se citó el caso del recorte a los fondos a ser entregados a la Secretaría de Acción Social. La organización del evento, según el legislador Juan José Vázquez (ANR), estuvo a cargo del Ing. Alberto Irala, funcionario de la Gobernación de San Pedro; el Ing José Rodríguez y el médico cubano Joaquín Álvarez. Además, indican que los promotores de la movilización fueron el dirigente campesino Elvio Benítez y el gobernador de San Pedro de aquella época, José “Pakova” Ledesma.
COOPERATIVISTAS PRIVILEGIADOS
En los últimos tiempos las cooperativas se convirtieron en grandes negocios para los directivos. Si se realiza una pormenorizada investigación se encontrará que desde el inicio de cualquier Cooperativa, las mismas personas están en el poder, arman todo un círculo y anualmente se reparten los cargos, haciendo una especie de calesita.
Mientras los socios deben hacer un sin fin de papeleos para obtener algún créditos o beneficios, los directivos o sus familiares en un abrir y cerrar de ojos los obtienen. Esto hace que un grupo selecto se vuelva cada día más millonario, mientras los otros socios cada día estén volcados en la miseria.
