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Desde que quedó sin efecto la enmienda constitucional, el PLRA empezó una campaña sistemática de ataque al TSJE. Esto no es improvisado. Efraín Alegre sabía que ni siquiera dejando fuera a Horacio Cartes y Fernando Lugo, él tendría alguna chance de ganar en el 2018. Así que lo que hizo fue buscar el descrédito de la institución mejor vista para la comunidad internacional. La denuncia ante la OEA forma parte de este plan.
ASUNCIÓN.- No es casual que la denuncia del oficialismo liberal ante la Organización de Estados Americanos sea en contra de la Justicia Electoral. El organismo, en varias instancias, ha dado a conocer resoluciones en contra de las pretensiones de Alegre. Por ejemplo, ha ordenado que los senadores llanistas que votaron a favor de la enmienda vuelvan a ser incluidos en el padrón partidario, anulando la resolución del Tribunal de Conducta liberal, que los había eliminado por un período a fin de evitar que pudieran postularse a cargos electivos en las internas de diciembre.
Hace unos días, otra nueva sentencia anuló la resolución de Alegre de cambiar a los miembros del Tribunal Electoral Independiente, ocupándolo con leales suyos para garantizar el resultado de las internas. Con la decisión del TSJE, el llanismo vuelve a ser mayoría en el TEI con lo que parece un hecho que el presidente del partido podría perder hasta en diciembre, al no estar en condiciones de manejar las votaciones.
Pero más allá de estas 2 estocadas, el encono de Alegre en contra de la Justicia Electoral tiene raíces más profundas. Él sabe que la enmienda era solo una excusa para ocultar que es un candidato perdedor. Desaparecida la amenaza de Cartes y Lugo, se encontró en abril pasado con la desesperación de no saber a quién responsabilizar sobre la segura derrota que conseguirá en las elecciones. Y, por supuesto, el destino obvio de esto debía ser el organismo responsable de organizar y juzgar los comicios del 2018, es decir, el TSJE.
Obcecado y prepotente, lo que no pudo ver Alegre en todo esto es que con su campaña atacaba a una de las instituciones nacionales que más credibilidad tiene en el exterior. Aunque las denuncias en contra de los miembros del TSJE ponen serias dudas sobre su honorabilidad, de lo único que no pudieron ser atacados nunca es de haber manipulado el resultado de alguna elección. Por el contrario, los votos fueron siempre respetados y jamás se puso en duda la legitimidad de los ganadores en cada contienda electoral. Así que lo más probable es que su denuncia, como otras hechas por él con anterioridad, caerá pronto en el olvido.
