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HC PARA RATO

Prometía ser una mañana agitada de domingo. Era el día señalado para que el Presidente de la República rinda cuentas sobre su gestión ante el Congreso Nacional.

Todo el mundo pensaba que HC “aprovecharía el espacio” para encarar la crisis política que se desató a raíz de las dificultades que está teniendo para asumir su banca como senador activo, la que se ganó limpiamente como el más votado para el cargo, en las recientes elecciones.

Se llevaron tres palmos de narices, como se suele decir. Nada de ello. Habló al país un Presidente emocionado, orgulloso de sus logros y deseoso que los mismos perduren en el tiempo, poniendo de resalto el espíritu que lo impulsó a concretarlos: Trabajar por la gente, por el pueblo, dejando de lado los intereses de los poderosos, de los grandes grupos económicos, que según el mismo lo reconoció, le dieron grandes dolores de cabeza.

Lo único que dijo respecto a lo que esperaban sus adversarios políticos fue “voy a trabajar desde el lugar que sea para seguir colaborando con el engrandecimiento de mi país”, palabras  más palabras menos, dejaba en claro QUE nada mellará su espíritu de soñar con un país mejor para los paraguayos de bien.

Todo el mundo observó a un Cartes sobrio, sereno, con la condición propia de quién ha cumplido sus metas personales y está consciente de que fueron buenas, que falta mucho por hacer, por supuesto, pero que deja el cargo con la frente en alto y dispuesto a seguir en la lucha.

Nada de lo que dijo no estuvo sustentado en los números. Nada “del país de las maravillas”, el cliché que tienen a flor de labio sus detractores.  Los números cantaron como se suele decir. Ni los más tilingos de sus enemigos políticos, entre quienes resalta ahora la vociferante Kathya González, tuvieron argumentos de peso más que los insultos para denostar contra su labor.

El Presidente con gran franqueza hasta reconoció el déficit que dejaba en materia de lucha contra el EPP y la reducción de la pobreza, donde hubo considerables avances, pero queda mucho por hacer, debido al atraso de 50 años en la materia.

Cómo rebatir por ejemplo, el “ahorro” en los gastos de Itaipú. Una suma sideral en dólares que se tiraba en transportes, viáticos y publicidad, cuyo corte fue lo que tanto enojó al insaciable Aldo Zuccolillo,  dueño de ABC. Con ese platal se hizo por ejemplo, sin deberle un peso a nadie, el barrio San Francisco, que dicho así parece poca cosa. ¡Son nada menos que 1.000 viviendas!, con todos los servicios públicos. Jamás en la historia nadie logró esto.

Como rebatir por ejemplo, y paramos aquí, lo hecho por  la Senavitat. ¡30.000 viviendas entregadas! y otras 7.000 en plena ejecución. La cifra de los anteriores gobiernos resulta ridícula, ínfima, cuasi delictual, respecto a estos logros.

A este gran gobernante, no hesitamos un segundo en afirmarlo, se le ha pagado hasta el momento con la más grande ingratitud y esgrimiendo argumentos extremadamente cínicos aprendidos seguramente durante la era stronista.  El premio a una buena gestión de gobierno, es, en casi todo el planeta, la posibilidad de una reelección. Aquí, viendo ese peligro, sus competidores, le cerraron todos los caminos. Hasta desencadenaron una muerte en ese tenebroso afán.

Ahora le quieren cercenar hasta la posibilidad de ser senador activo. Aunque sea eso, ¡No!, tiene que estar colgado de un gancho como sobretodo viejo. ¡Ridículo!

La ciudadanía debería estar harta de dejarse manipular por ABC y esta vez salir a la calle para algo serio, para algo justo: Exigir que cese la persecución al Presidente. Somos muchísimos más lo que pensamos que su gestión fue excelente, antes que sus vociferantes detractores.

Debe haber HC para rato. Le conviene al país ¡y a nuestros hijos!

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