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Los familiares de un joven brutalmente golpeado por una gavilla denominada “La Camorra”, presentará querella adhesiva contra tres malvivientes que se creen hijos de “papá” y dicen que asaltan y agreden por diversión en las calles. El representante convencional del afectado pidió la detención e imputación de los sospechosos. En total serían once los jóvenes de buena posición económica que se dedican a patotear.
ASUNCIÓN.- El abogado José Domingo Almada confirmó que la acción a plantear es para reforzar la investigación fiscal. Su defendido Jorge Sánchez declaró ante el Ministerio Público al igual que dos testigos más.
Conforme con los datos, Jorge Alejandro Sánchez Viveros (19), su novia y un amigo extranjero de 17 años fueron víctimas de una golpiza al salir de un evento social alrededor de las 4:00 del domingo último. El hecho ocurrió en el barrio Itá Enramada. Se sindica como autores de la brutal agresión al grupo “La Camorra”, que según versiones, opera impunemente por la zona del Yacht & Golf Club Paraguayo y la exdisco Caracol.
“La querella adhesiva es en contra de tres personas en principio: Rodrigo Rodríguez, José Bernal y Brian Thompson, pero son entre 10 a 11 los patoteros. El tipo penal sería hurto agravado”, explicó el profesional del derecho.
Agregó, “Solicitamos la detención e imputación de los mismos (…) Son delincuentes peligrosos para la sociedad, necesariamente deben ser privados de su libertad”.
Dijo además que la instrucción de sus clientes es llegar hasta el final y lograr la condena máxima. “Ahora es contra tres, después a los ocho, pero vamos a llegar a los once”, declaró.
Jorge Alejandro no es la primera víctima de “La Camorra”. El abogado refirió que la víctima recibió información, a través de redes sociales, de otras personas afectadas por la patota que actúa con suma violencia. Los implicados son chicos “bien”, es decir, de buen pasar económico, que actuarían motivados por la “diversión” antes que la necesidad.
El modus operandi es ubicar a las víctimas, darles una golpiza y robarle algo como “trofeo”. El ataque al joven de 19 años quedó registrado en la cámara de seguridad de una vivienda. El material fue incautado por la Fiscalía.
