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Con apoyo de algunos sectores, el PLRA y el Frente Guasu inscribieron ayer la alianza electoral que acordaron para las elecciones del año próximo. A diferencia de lo ocurrido en el 2008, ambos partidos eran enemigos hasta hace poco tiempo, por lo que será difícil concretar acciones comunes, sin haber sanado siquiera las heridas que vienen desde el 2012.
ASUNCIÓN.- Si por lo menos alguno hubiera pedido perdón quizá se podría pensar en que esta alianza, que ya es oficial porque la inscribieron ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral, podría cuajar entre los afiliados liberales y luguistas. Pero eso no pasó. Ni el PLRA pidió perdón al Frente Guasu por haber impulsado el juicio político a Fernando Lugo en el 2012, para que Federico Franco se quedara con la Presidencia de la República, ni los luguistas pidieron perdón a los liberales por haberlos acusado de “golpistas” y violadores de la Constitución.
Es más, los liberales tampoco pidieron perdón a los luguistas por haberles acusado de lo mismo hace apenas 6 meses, cuando les culparon, incluso, de ser cómplices del asesinato de Rodrigo Quintana y de haber quebrado el Estado de Derecho.
A pesar de esto y de la irracionalidad de pretender ganar las elecciones sin un liderazgo claro, como sí hubo en el 2008, cuando Fernando Lugo rompió la hegemonía colorada después de 60 años, Efraín Alegre y el mismo exobispo concretaron esta alianza sin que les importe un bledo que sus electores estén de acuerdo con ella.
Porque los dirigentes pueden estar dispuestos a tragar sapos y culebras, pero ese campesino que sigue apostando a la figura de Lugo sigue hoy tan convencido como hace 5 años de que los liberales hicieron un golpe de Estado para quedarse con el poder. Y ahora, su líder, ese al que siguen viendo como la única alternativa válida para que el país cambie, resulta que les pide que voten por los traidores, los golpistas.
Y lo mismo ocurre en carpas liberales. El afiliado azul cree de verdad que la reelección presidencial vía enmienda significaba un quiebre constitucional, del que los luguistas fueron grandes protagonistas. Pero ahora tendrán que votar por ellos porque así lo decidieron sus dirigentes.
La Gran Alianza Nacional Renovadora (Ganar) pretende salir triunfante en el 2018 y recuperar el poder que consiguió 10 años atrás. Con muchas menos herramientas que entonces, parece difícil que pudieran concretar la misma victoria.
