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ASUNCIÓN.- El intendente de la capital del país, Mario Ferreiro, ayer estuvo recorriendo el maravilloso colorido instalado en el microcentro. Realmente agradecido con los artistas que dieron rienda suelta a su imaginación y a su talento, para realzar la belleza del centro histórico.
El arte urbano irrumpió con fuerza en los muros de Asunción. Los grafitis, que se aprecian cada vez en mayor número en las paredes de la capital, hablan de un lenguaje visual en auge, con artistas que ya son reconocidos por su calidad. Para algunos es arte en las calles, un regalo para el pueblo que no se oculta en un museo; mientras que para los más conservadores son “manchas en las paredes”.
Una de las zonas que ya es característica por sus grafitis es el “casco histórico”. Allí, las paredes peladas e inexpresivas se convirtieron en el lienzo de los grafiteros, que tomaron la zona y la llenaron de color.
La gente que circula por el lugar coincide en que esta era una zona muy abandonada y triste, hasta que los dibujos y colores del grafiti le dieron vida.
El conocido grafitero local Oz Montanía, explicó que en el centro de Asunción hay “muchos edificios en estado calamitoso, que hace más de 20 años que no se utilizan y que hoy son como enormes elefantes que no sirven para nada”.
“Estas paredes maltratadas y en desuso del centro de Asunción sirven como lienzos de murales y soportes para el arte público, con el fin de “generar una conversación sobre qué tipo de ciudad queremos”, afirmó Montanía.
El grafitero explicó que el arte urbano y el muralismo callejero se encuentran “en estado embrionario” en Paraguay. El artista ha colaborado con sus murales con instituciones como Naciones Unidas o el Instituto Social del Mercosur, recurre a menudo a temas de la mitología de los indígenas de Paraguay para sus obras.
