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Loma San Jerónimo va ganando un nuevo rostro con el avance de las obras en el populoso barrio. Calles adoquinadas, veredas renovadas y uniformes, faroles en aceras y pasajes, nueva red de desagüe pluvial, agua potable y alcantarillado sanitario, son algunos de los trabajos que se están realizando en la zona. Las obras llevan un avance del 85% y se prevé que concluyan a finales de setiembre. La primera etapa del proyecto requirió una inversión de 3.600 millones de guaraníes.
ASUNCIÓN.- Priorizar el tránsito peatonal, al tiempo de aportarle la identidad del centro histórico, ha sido uno de los objetivos centrales del proyecto de mejoramiento. En esa línea, el cambio del empedrado y el asfalto por adoquines en las calles busca mejorar la accesibilidad de este emblemático rincón de la capital, informaron desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Todos estos elementos, adoquines y faroles, se funden con las coloridas casas diseñando un conjunto pintoresco e inconfundible. Uno de los emblemáticos elementos de identidad, la escalinata, ha sido totalmente restaurado y sus mosaicos pueden ser admirados nuevamente.
Todas estas mejoras permitirán a sus pobladores ofrecer mejores condiciones de estadía a los visitantes. Pero, sobre todo, les aportará también una mejor calidad de vida.
Hasta el momento, se observa un avance del 85 por ciento, y se prevé que las obras concluyan a fines de setiembre de este año. A partir de ahora, San Jerónimo retomará su activa agenda de actividades, invitando a paraguayos y extranjeros a conocer y disfrutar su renovado ambiente, agrega el comunicado del MOPC.
El proyecto de mejoramiento, en su primera etapa, demandó una inversión de 3.600 millones de guaraníes y fue impulsado por la Unidad de Reconversión Urbana (RU-BRT), de la Unidad Ejecutora del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (UEP-MOPC).
Por otra parte, en la esquina de la avenida Stella Maris y Agustín Barboza, zona baja del barrio, continúa la construcción del centro comunal. Esta obra integra también el proceso de revitalización y alcanza, en este momento, un 25 por ciento de ejecución.
Alojado en un precio municipal, el edificio ocupará un área de 1.600 metros cuadrados, distribuidos en varios niveles. Albergará estacionamientos, predio ferial, canchas deportivas, área de juegos, salón multiuso, sanitarios, oficinas y otros espacios, con servicios de acceso universal. Dispondrá, asimismo, de un sector para la instalación de negocios de gastronomía. En el último piso habrá un mirador, desde el cual se tendrá una vista privilegiada del río Paraguay.
Actividades sociales, culturales, deportivas y de negocios podrán realizarse en el lugar, pensado para ofrecer a la comunidad, y a la ciudadanía en general, un punto de encuentro que posibilite dinamizar y enriquecer el potencial turístico de San Jerónimo, y conectarlo con la zona del puerto de Asunción.
LA ESCALINATA YA LUCE UNA IMAGEN RENOVADA
La escalinata de San Jerónimo ya luce una imagen renovada tras los trabajos de restauración realizadas en el lugar. La misma relata la historia del barrio y la cercanía del río Paraguay, evocando a los arroyos Jardín y Jaén, y a la loma con sus coloridas casas.
La restauración, realizada en el marco de las obras de mejoramiento vial y de redes de servicios públicos que se encuentran en etapa de ejecución en el barrio, fue dirigida por la Prof. Diana Sekatcheff, restauradora y maestra en la escuela de Bellas Artes.
Diana comentó que tal como indica la ley de la restauración, se buscó que esta obra quede en las mismas condiciones que la original. “Por ello, se realzó la obra inicial y se realizaron los trabajos preventivos para su conservación”, explicó.
Estos trabajos consistieron en la reconstrucción de las piezas faltantes, con teselas originales rescatadas en partes por una ciudadana del barrio, la sanitación y posterior ubicación, tal cual formaban parte de la composición, según los registros fotográficos de la inauguración. También la aplicación de pastina en los intersticios entre teselas, nivelación y verificación de la textura obtenida, así como la limpieza y acabado general y finalmente, la aplicación de resina para la protección.
Diana expresó que la escalinata “es una joya que los vecinos del barrio deben cuidar, porque es un patrimonio que atrae a visitantes y esto redunda en beneficios económicos para la comunidad, a partir de las oportunidades que ofrece”.
Finalmente, emitió algunas recomendaciones para preservar la obra, acentuando en la importancia de que los vecinos y vecinas del barrio se empoderen y aprecien este bien público, entre ellas la conformación de una comisión encargada del mantenimiento de la escalinata.
