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Todo el escándalo que hicieron Efraín Alegre, Leo Rubín, Desirée Masi y Luis Alberto Wagner, con la intención de enturbiar el resultado de las elecciones y convencer de que se les robaron votos está cayendo por tierra con el juzgamiento de las actas por los tribunales electorales que, hasta ahora, confirman los datos dados a conocer por el TREP el domingo a la noche.
ASUNCIÓN.- Dicen que fue Fernando Lugo el que encendió la chispa del supuesto fraude, aunque tiró la piedra y escondió la mano, tal como suele hacer con frecuencia. Parece que el exobispo comentó que en Frente Guasu se manejaban muchas denuncias que comprobarían la existencia de un escandaloso fraude con el que la ANR había robado la Presidencia de la República que, supuestamente, le correspondía a la alianza Ganar.
Pero los que se tragaron el cuento fueron los 4 jinetes del apocalipsis, acostumbrados desde siempre a salirse con la suya a través del escándalo, los gritos, la irracionalidad. Alegre, Rubín, Masi y Wagner denunciaron el fraude de los resultados del TREP, la adulteración de actas y la manipulación del conteo de votos y para todo eso se basaron en unos certificados que fueron adulterados, posiblemente, por sus mismos seguidores, para justificar el circo.
Al comienzo consiguieron que algunos sectores de la ciudadanía respondieran y se sumaran a la denuncia, pero con el paso de los días, y después de que el Tribunal Superior de Justicia Electoral se plantara en su decisión de que el juzgamiento de las actas no se suspendería, la gente fue abandonando la “lucha”, y mucho más luego de que empezara a ser evidente que todas las denuncias eran falsas y que los datos del juzgamiento de las actas confirmaban los números del TREP.
Lo que está ocurriendo, mientras los tribunales electorales hacen su tarea de juzgar las actas de todos los departamentos del país, confirman lo dicho por Carlos María Ljubetic, experto electoral, quien había afirmado que “ni medio porcentaje va a variar el resultado del TREP”.
Hasta ahora se terminó de juzgar las actas de capital, Concepción, Misiones, Ñeembucú, Amambay y Alto Paraguay y en ninguno de ellos hubo denuncias tan graves que pudieran cambiar los resultados que dio el TREP tanto para la Presidencia de la República como para las gobernaciones de los departamentos. Pero los 4 desubicados siguen insistiendo, y lo único que consiguieron hasta ahora fue hacer un gran papelón.
