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Mientras que en la región Oriental hay abundancia de lluvia, desbordes de arroyos e inundaciones, la zona del Chaco paraguayo está sufriendo por la falta de precipitaciones, que en algunas localidades no llega hace siete meses. Miles de familias aguardan diariamente la llegada de los camiones cisternas de la SEN para tener acceso al vital líquido. El acueducto -que está en la segunda etapa- es la única esperanza de los pobladores.
FILADELFIA, Dpto. de Boquerón.- Nilson Cristaldo, periodista de Radio ZP30, del distrito de Filadelfia, explicó que actualmente gran parte del Chaco paraguayo está con problemas en el suministro de agua.
“Gran parte del Chaco, hacia el km 160 a 190 de Villa Hayes, hay lluvias permanentes pero a partir de Filadelfia, Chaco Central, Boquerón, parte de Alto Paraguay y Presidente Hayes, ya hace seis a siete meses que se tiene escasez de lluvias”, indicó Cristaldo.
Mencionó que de repente se dan alguno que otro aguacero, pero no en la cantidad necesaria para abastecer del vital líquido a las comunidades. “Hay aguaceros, pero eso a nosotros no nos sirve porque aquí se precisa por lo menos entre 50, 70 a 100 mm para que el ambiente pastoril y también los aljibes cuenten con agua”, señaló.
No obstante, reconoció que es un fenómeno cíclico, razón por la que muchos sectores de colonias han implementado la captación de agua en los aljibes; ya que “eso hace que se mantenga sin problemas”. Sin embargo, aclaró que “para esta altura del año, tanto el campo como los aljibes se han secado” y la falta de agua se vuelve mucho más grave.
Igualmente, comentó que también los indígenas ya tienen sus propios aljibes comunitarios, mas no aguantan para proveer a 1.000 o 1.500 personas. “En Teniente Irala Fernández, tanto las comunidades indígenas y no indígenas reciben asistencia de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), desde hace meses”, declaró el periodista.
Ante la escasez de lluvias y por ende de agua, los pedidos se han ido incrementando durante los últimos meses. Según dijo Nilson, solo la Gobernación de Boquerón dispuso que unos diez camiones cisternas lleven agua a las comunidades.
“En algunas casas de las comunidades indígenas, tienen aljibes y todavía tienen agua”, expresó y añadió que “el volumen de agua que llevan los cisternas a veces no es suficientes para llenar un aljibe de 30.000 litros de agua, debido a que la capacidad del camión mismo no es esa”.
En cuanto al número de familias afectadas, refirió que es muy difícil precisar con exactitud, pero serían cuantiosas. Señaló que en algunas compañías, además de agua ya están necesitando de alimentos, esto teniendo en cuenta que la parte agrícola está prácticamente muerta.
Por otra parte, explicó que la construcción del acueducto es la gran esperanza para las poblaciones del Chaco. “El acueducto es la esperanza de los pobladores, que en su momento beneficiaría a más de 70.000 personas en el Chaco”, puntualizó Nilson Cristaldo.
