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ASUNCIÓN.- Las sedes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción UNA, en especial el Hospital de Clínicas, no es el único lugar que estaba infestado por las ratas, sino también la administración. Tal es así que durante la gestión del Dr. Aníbal Peris, como decano de la casa de altos estudios, se negociaba, según las denuncias, nombramientos por G. 8.500.000, lo cual debería ser investigado y enviado a la cárcel a los responsables.
En el hospital de Clínicas, los pacientes no solo deben soportar la falta de insumos, medicamentos y atención médica, también la comida que reciben se cocina en un ambiente insalubre, minado de ratas y cucarachas, que compromete la salud de los internados. Pero estos animales no solo actúan en la cocina, sino se disfrazan también de funcionarios y roban los recursos e incluso extorsionan y se quedan con pingües ganancias.
ÉPOCA DEL DR. ANÍBAL PERIS
En el Hospital de Clínicas, durante la época de Aníbal Peris como decano de la Facultad de Ciencias Médicas, funcionaba un aparente sistema de tráfico de influencia que rifaba cargos públicos al mejor postor con pagos que van desde los G. 8, 5 millones.
Uno de las cabecillas de esta rosca mafiosa, según las denuncias, era el sindicalista y director de biblioteca del Hospital de Clínicas, Martín Ramírez (con sueldo de G. 5.750.000), hasta antes de la aparición del grupo estudiantil #UnaNoTeCalles que produjo renuncias y enjuiciamientos por corrupción. Afirman que este personaje negociaba a partir de G. 8.500.000 cada nombramiento en el nosocomio estatal.
Con esto ponía en peligro a los pacientes ya que cualquiera que tenía esta cantidad de plata, ya podía trabajar en el hospital de Clínicas.
Este vergonzoso hecho se filtró a partir de la aparición de una correspondencia –vía SMS– mantenida a finales del 2015 e inicios de este año, supuestamente, entre Ramírez y una tal Nilza. A la mujer, funcionaria entonces del hospital, le preocupaba el futuro de su nombramiento por el cual había pagado G. 8.500.000; así como otras personas que cobraban sin siquiera marcar asistencia, según la conversación.
La mejor carta de presentación de Ramírez, es sindicalista y operador político del Partido Colorado, forma parte del clan Ibarrola y se jacta de su influencia en el hospital. A finales de año escribió en uno de sus mensajes de texto: “pudimos alzar un decano amigo”, en alusión al Dr. Laurentino Barrios, actual decano de la Facultad de Ciencias Médicas.
Por otra parte, los detractores afirman que al ser enjuiciado el rector de la UNA, Froilán Enrique Peralta y sumariado el decano de Medicina Aníbal Peris, el clan que manejaba las designaciones tambaleó y no se pudieron cumplir las “promesas” pendientes.
Sin embargo, tras el nombramiento del actual decano de Medicina, Laurentino Barrios, destacan que Martín Ramírez volvió a tener influencia en las designaciones. Pero pide tiempo hasta agosto, mes en el que se llevarán a cabo las elecciones de decanos en la UNA, para volver a “colocar” y comerciar con los cargos.
