La doctora Celia Martinez de Cuellar, pediatra infectóloga de la Cátedra y Servicio de Pediatría del Hospital de Clínicas, recordó que las bajas temperaturas están asociadas al aumento en los casos de virus de influenza, del Covid y la circulación del virus sincitial respiratorio (VSR) y destacó la importancia de las vacunas, que reducen significativamente la gravedad de las enfermedades, la necesidad de hospitalización y la mortalidad.
“Nuestro país cuenta con vacunas para la influenza y Covid para niños desde los seis meses; sin embargo, las tasas de vacunación siguen siendo muy bajas, especialmente para el Covid”, lamentó.
Dijo que, aunque todas las vacunas tienen efectos colaterales, estos son generalmente leves, como dolor en el sitio de la inyección o un malestar general. “Sin embargo, la enfermedad puede tener consecuencias graves, especialmente en los niños, como el síndrome inflamatorio multisistémico y el Covid prolongado, que afecta al 25% de los niños con síntomas leves o asintomáticos”, explicó.
El Covid prolongado puede presentar síntomas a nivel del sistema nervioso central como cefalea y disminución de la capacidad de concentración, además de problemas cardiovasculares y gastrointestinales.
“La gente pretende evitar concurrir a lugares con mucha concentración de personas, en ambientes cerrados, especialmente si hay gente con cuadros respiratorios. También es importante que tanto adultos como niños cubran su boca al toser o estornudar con la flexura del codo o un pañuelo desechable y descartar luego de su uso”, aconsejó.
Recomendó además que los niños con síntomas respiratorios no asistan al colegio. Destacó la importancia de la higiene, como el lavado frecuente de manos y juguetes, así como el uso de mascarillas por parte de los cuidadores de niños como, sean estos padres o encargados, quienes pudieran tener síntomas.
La pediatra recordó que la lactancia materna exclusiva es fundamental, ya que ofrece numerosos beneficios, incluyendo la prevención de infecciones respiratorias y gastrointestinales.
Los síntomas leves en cuadros respiratorios pueden iniciar con obstrucción nasal, tos y fiebre, pero pueden evolucionar a síntomas más graves como rechazo alimentario, aumento de la frecuencia respiratoria y decaimiento.
Por lo que insistió en acudir a consulta médica, ya que incluso los cuadros leves pueden evolucionar a severos sin un seguimiento adecuado.