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Las vías siguen en emergencia

Cirilo Ibarra Enciso.
Cirilo Ibarra Enciso.

En enero pasado la intendenta municipal de Mariano Roque Alonso, Carolina Aranda (PLRA), solicitó a la Junta y logró la aprobación de la declaración de emergencia vial. La medida se argumentó en la supuesta grave situación que soportaba la red vial primaria de la ciudad.

Cinco meses después, no solamente siguen las vías en emergencia, sino hasta en peores condiciones. En todos los sectores se observa el grave deterioro de la red vial. Las calles y avenidas de acceso a los barrios, desde la ruta Transchaco, que estaban en mejor estado hasta fines del año pasado, hoy son casi intransitables. Y ni hablar de las arterias de las periferias.

Vale remarcar que una emergencia se declara para facilitar la gestión de adquisición de materiales, disposición, desplazamiento y acondicionamiento de la maquinaria vial indispensable y lógicamente la concreción de las obras de infraestructura necesarias. Ya sea a través de la suscripción de convenios o contrataciones directas, obviando la burocracia establecida normalmente. Es decir, hasta eludiendo la participación de la Junta Municipal.

Sin embargo, a esta altura esa emergencia vial se presta a la suspicacia. Ocurre que a principio del año, la nueva administración comunal, a cargo de Carolina Aranda y su esposo Marcelo Salinas, quien según dicen, es el “superintendente”, recibió de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) mucha plata.

Nunca se supo el verdadero monto cobrado, pero la suma comprometida era de 6.000 millones de guaraníes. Entonces, lo que se presume es que la emergencia vial se declaró para derrochar o tal vez hasta para robar esa plata. Hasta el momento el gobierno municipal de la “transparencia” no rindió cuenta de los supuestos gastos en el presunto mejoramiento de la infraestructura vial.

Y si uno se limita a lo que se observa en las calles de la ciudad, aquellos 120 días de emergencia se cumplieron sin pena ni gloria. Los destrozos viales no desaparecieron, pero sí al parecer desaparecieron por completo los miles de millones recibidos de la Dinac.

Y hoy la intendenta, lejos de intentar transparentar su gestión, que fue lo que prometió con su gobierno del “cambio”, trata de distraer la atención de la ciudadanía. Se preocupa más de las gestiones anteriores, hablando de supuestos faltantes y hasta de malversaciones. Ahora le da por figuretear, porque ella misma llevó la denuncia contra los exintendentes a Fiscalía de la Unidad de Delito Económico. ¿Para qué tiene asesores jurídicos muy bien pagados?

Pero la verdad, lo que pretende es que la gente le crea que no puede hacer nada, porque supuestamente se vació la Municipalidad. Esta señora le toma de “imbécil” a la ciudadanía roquealonseña, porque se sabe muy bien que su administración tuvo la fortuna de recibir muchísima plata al comienzo del año. Y no solamente de la Dinac, también de IPS, que comenzó a pagar su millonaria cuenta atrasada en concepto de impuestos inmobiliarios, por el abandonado complejo habitacional (ubicado frente a la Expo). Y como si esos recursos fueran pocos, también desde este año se tiene incremento en los impuestos inmobiliarios y hasta fueron actualizados los Valores Imponibles de Autovehículos

Es decir, eso de la falta de recursos por supuesta responsabilidad de los que ya se fueron, no corre para Carolina Aranda. Ella debería ocuparse de su administración y de las anteriores que se ocupen los asesores jurídicos, que justifiquen los pagos jugosos que reciben.

O tal vez Marcelo Salinas pueda dedicarse a eso, que también justifique el sueldazo que tiene, porque la elegida intendenta es su esposa y no hacen faltan dos, con una basta y sobra, al menos si es para despilfarrar plata nomas.

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