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La puja entre distribuidores de gas y el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, está subiendo de tono. El secretario de Estado exige que los mismos muestren márgenes de ganancia y dijo que el titular Capagas, Pedro Ballota es el empleado del cartel que maneja el negocio en el país. Los empresarios con la ayuda de algunos medios como ABC Color buscan generar miedo en la población diciendo que habrá un monopolio estatal a través de Petropar con el producto. El objetivo es conservar el oligopolio que hay y evitar que la empresa gubernamental entre a competir y así pueda vender más barato.
ASUNCIÓN.- La administración de Petróleos Paraguayos SA (Petropar) y los cálculos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) ya publicados destacan un margen de ganancias del 100% en la venta del producto al consumidor. Capagas hasta el momento no hace referencia sobre estos números y solo ataca bajo acusaciones de una supuesta política monopólica, sin mencionar que la importación es absolutamente libre.
Sobre el punto, el ministro Gustavo Leite, de Industria y Comercio destacó que ya no existen más espacios para extender el debate político sobre la pertinencia de la importación del carburante de Bolivia, “lo que debemos hacer ahora es mostrar los márgenes; que los empresarios muestren sus facturaciones; porque ellos están ganando sobre el 100%.
Pedro Ballota, portavoz de los emblemas dice que Petropar monopolizará la comercialización del carburante; sin embargo no menciona que la compra del producto es libre. Cada emblema o a través del gremio se surten sin intervención del Gobierno.
De hecho Capagas compra gas de Bolivia y el plan del sector es evitar la competencia que les obligará a bajar los precios.
Leite destaca que “una vez hecha las comparaciones de nuestros cálculos con los del privado; a partir de ahí, creo que nadie debe enojarse si salen nuevos competidores, nuevos actores en el negocio del gas; sea Petropar u otra empresa”.
PRECIOS
Ballota insiste en que un acuerdo entre Petropar y la compañía boliviana (YPFB) terminará incrementando el precio; y esta versión fue interpretada por el Gobierno como resultado de gestiones de Capagas con Bolivia. “Lo único que falta ahora es que el Gobierno salga a opinar de las negociaciones privadas que ellos tengan con sus proveedoras”, apuntó Leite y agregó que la pareció normal estas declaraciones debido a que “Ballota es un empleado del cartel del gas, y debe proteger sus márgenes”.
Leite asegura que la garrafa de 10 Kilos costará G. 50.000; hoy el precio ronda entre G. 65.000 y hasta G. 80.000.
El Gobierno incursionó en el negocio de los carburantes al comprobar los grandes márgenes de ganancias en la comercialización del gasoil, naftas y ahora en el gas. El plan de los gremios del sector es evitar la competencia de Petropar para nivelar precios hacia abajo, hecho que acabará con el oligopolio de los emblemas privados.
