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ASUNCIÓN.- La agresiva campaña del gobierno por incrementar la inversión extranjera tiene varios objetivos; pero el principal de ellos es convertir a Paraguay en centro neurálgico de intercambio comercial y logístico de la Región. Logrado el primer objetivo, las industrias que se radiquen generarán mano de obra calificada y ubicarán la marca país, con elevados índices de productividad. Varios factores favorables convierten a nuestro país en competitivo y es el principal elemento que el gobierno, a través del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) apunta a seducir al capital extranjero.
Gustavo Leite, ministro del ramo destaca en una conversación con ADN que “Paraguay tiene el régimen fiscal 10-10-10, que se traduce en un 10% de impuesto a la renta a las empresas, 10% a los individuos y 10% de IVA, lo que impulsa la economía y le da mayor competitividad”
Esta propuesta es la carta de presentación en los foros en los que acude la autoridad económica. De ejemplo el ministro Leite destacó la imagen que dejó el gobierno en el road show “Invest Paraguay I”, “foro que despertó el entusiasmo del empresario paraguayo y repercutió en el exterior; y es lo que estamos buscando”, destacó Leite.
Analistas financieros destacan que “las importantes mejoras de los indicadores de la economía paraguaya en los últimos años y el buen trabajo del gobierno en dar a conocer al país en todo el mundo son citados tradicionalmente como explicaciones para el gran aumento de las inversiones extranjeras directas en el país”. Apuntan que en la última década, Paraguay ha mantenido altos niveles de productividad, una macroeconomía sólida y estable.
Índices de organismos internacionales y de la Región asientan que “dentro de la región, Paraguay y Bolivia son los países donde la inversión extranjera directa produce mejores rendimientos en términos proporcionales, es decir, donde rinde más cada dólar que ingresan los inversionistas extranjeros”
La avanzada paraguaya distribuye sus fuerzas en el Mercosur; y de ellos es Brasil el país que concentra buena parte de la artillería para captar el interés del capital. La crisis que atraviesa Brasil; y que aparenta que durará más de dos años, es uno de los factores que favorece a las pretensiones paraguayas.
Paraguay se ha posicionado en el radar del empresariado chileno desde hace ya varios años, con avanzadas importantes en la industria de bebidas, inmobiliaria y de energía.
La consigna es convertir al país en la China de Sudamérica.
