CAACUPÉ.- Realmente la homilía de monseñor Ricardo Valenzuela no tuvo desperdicio, porque también se refirió a la corrupción en la Iglesia, “los sacerdotes y religiosos no siempre corren por los cauces del Evangelio”, indicó y rechazó los abusos a menores en la Iglesia, “la Iglesia no es lugar para delinquir”, sentenció entre otras cosas.
Y siguió diciendo que no saben “para qué sirve tener la tecnología más avanzada, o el poder absoluto, si los líderes y las personas que están en los puestos claves no tienen integridad, no son honestos, pues, no sirve absolutamente para liderar; un líder sin integridad ni honestidad es un líder débil”, indicó.
Sostuvo además que “nos lastima y preocupa la acentuada gravedad de la crisis de la moral pública y privada, de la vida política y de la administración judicial, de la situación de injusticia social y económica de la población. La actuación de varias autoridades y dirigentes políticos, al no tener programas bien pensados y de un comportamiento no adecuado a su investidura, está creando malestar y descontento de grandes sectores de nuestra patria”.
Y tras muchas otras duras críticas, porque no se salvó nadie, monseñor Valenzuela rubricó su homilía con “tú eliges un Paraguay sumido en la corrupción o eliges un Paraguay honesto. Compatriotas: tú eliges. Paraguay despierta, ponte en pie y manos a la obra en pos del país de nuestro sueño”.