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ASUNCIÓN.- A fines de noviembre vence el plazo para que el Senado decida si presta o no el acuerdo constitucional para la designación de Sandra Quiñónez al frente de la Fiscalía General de la República. Según la oficialista Lilian Samaniego, lo que traba este nombramiento es la posición política radicalizada de disidentes y opositores que vuelven a poner palos a la rueda.
Hasta ahora, todo parece indicar que el pedido de acuerdo remitido por el Ejecutivo para el nombramiento de Quiñónez, no tendrá mayoría en el Senado, puesto que tanto disidentes como opositores han señalado que no la apoyarán, y no por pensar que no es la mejor candidata para el cargo, por su trayectoria y postura, sino porque es candidata de Horacio Cartes y, para colmo, colorada.
Samaniego lamentó la postura de estos sectores, mucho más porque una mujer llegó a ser la elegida del presidente Cartes para este alto cargo. Sin llamarse a engaño, la senadora dijo que el rechazo a Quiñónez se debe solamente a la radicalización de las posturas políticas.
Manifestó que lo que esta situación demuestra es que “a todo lo que envía el presidente, hay que poner palos a rueda. No lo perjudican al presidente, perjudican al país, perjudican el avance de una institución y lo que significaría tenerle por primera vez, no solo a una mujer, sino con los méritos que tiene ella por la trayectoria y por el respeto que se ha ganado de la opinión pública”.
Samaniego dijo que el tema debiera ser tratado cuanto antes por el plenario de la cámara, pero todo parece indicar que las bancadas agotarán el tiempo que les queda antes de tomar una decisión, justamente para evitar que haya tiempo de que se busque una solución. De esta manera, lo más probable es que la elección del nuevo fiscal general del Estado quede postergado hasta después de las internas de diciembre, y continúe en el cargo, por reconducción tácita, Javier Díaz Verón.
Varios sectores empresariales y de la sociedad civil se han manifestado a favor de Quiñónez, quien en su labor como fiscala antisecuestro ha tenido grandes triunfos y siempre ha mostrado una postura firme en la lucha contra el EPP. Tiene valentía, conocimientos y ningún esqueleto en el armario, a pesar de lo cual y por una cuestión meramente política electoralista, disidentes y opositores están decididos a bajarle el dedo.
