Carlos María Ljubetic, experto electoral.
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Ljubetic no renunció

ASUNCIÓN.- Había sido que Carlos María Ljubetic no renunció al cargo sino que manifestó su intención de renunciar a la vuelta de sus vacaciones, lo que contradice totalmente todo lo publicado durante la semana pasada. La jugada habría sido presionar a María Elena Wapenka a pedir permiso, por ser culpable de la salida del todavía asesor del TSJE.

Wapenka tiene varias cuentas que rendir con la Justicia de acuerdo a todas las pruebas  que salieron a la luz pública. Ni más ni menos sinvergüenza que sus dos colegas del Tribunal Superior de Justicia Electoral, Alberto Ramírez Zambonini y Jaime Bestard. Pero parece que es mucho menos astuta que ambos, quienes desde hace tiempo habrían decidido “hacerle la cama” para que ella termine siendo la culpable de todo y la única que pague por los platos rotos en la institución.

Ljubetic es hombre leal de Ramírez Z.  Lo fue siempre y lo ha demostrado hasta el hartazgo en el último tiempo, cuando fue hasta junto al presidente Horacio Cartes a pedirle que se olvide del juicio político a su jefe a cambio de prometerle la reelección.

Resulta que la semana pasada, ADN dio la primicia, que luego fue confirmada por el mismo Ljubetic, de que estaba renunciante a su cargo de asesor de varios años en la Justicia Electoral. Las rotativas pararon y todo el mundo señaló con el dedo a Wapenka cuando el afectado aseguró que se iba porque ella le hacía la vida imposible y que así ya no podía seguir trabajando.

Inmediatamente, los otros dos miembros del TSJE manifestaron su dolor por la “sensible pérdida” –ya lo mataron a Ljubetic- y le decían al renunciante que las puertas estaban abiertas para él cuando quisiera volver. De hecho, el mismo dijo que querría volver siempre y cuando “cambiaran algunas condiciones”, esto es, si Wapenka salía de la institución.

Pero había sido que todo esto no fue más que un circo. Sin ningún empacho ni rubor, el exasesor que sigue siendo asesor, reconoció en un matutino que verbalmente nomás dijo que pensaba renunciar y que lo iba a hacer luego de volver de sus vacaciones de una semana. ¿Perdón?

Entonces no renunció, todo lo que dijo fue un bluf. Ahora habrá que ver si es cierto –y después de esto ya no tenemos por qué creerle- y hoy presenta –por escrito- su renuncia al cargo de asesor del TSJE. A lo mejor ya sabe que a pesar de todas las presiones de los otros dos compadres y de renombrados columnistas, a la Wapenka no se le movió un pelo y sigue tan campante, y ni se le cruza por la cabeza pedir permiso o renunciar. Veremos qué hace ahora Ljubetic, siguiendo las órdenes de Ramírez Z.

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