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ASUNCIÓN.- El canciller nacional, Eladio Loizaga, lamentó la ausencia del secretario general en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) desde hace casi tres meses, y pidió al ente que abandone su “tinte ideológico” y “se dedique a cumplir sus objetivos”.
La Unasur permanece sin secretario general desde finales de enero febrero, cuando expiró el mandato del expresidente colombiano, Ernesto Samper, y los cancilleres del bloque se fijaron el plazo de un mes para proponer un nombre a los jefes de Estado del organismo.
Loizaga expresó en declaraciones a los periodistas, que el diálogo para buscar un sucesor a Samper “ya se llevó por mucho tiempo”, y no se ha concluido “con mesas concretas”.
Destacó que Paraguay apoya la candidatura, propuesta por Argentina, del embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón, como nuevo secretario general de la Unasur, aunque esta opción aún no tiene el consenso de otros países.
Loizaga también criticó la gestión de Samper y dijo que se siente “muy disconforme” por su actitud, ya que el exsecretario general “hacía todo por iniciativa propia”, además de “no cumplir con los compromisos asumidos”.
“Samper tiene que entender que la Unasur es dirigida por los Estados. Pero él ya no es más secretario general, ya no tiene mandato”, declaró.
El canciller paraguayo agregó que espera que la Unasur tenga un secretario general “pronto” y que “no tenga solo un tinte ideológico, como ha venido teniendo, sino que se dedique a cumplir sus objetivos”.
Entre estos objetivos, citó al Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan), que debe suponer “una ingeniería de intercomunicaciones e infraestructura” entre los Estados miembros de Unasur.
Samper terminó a fines de enero su mandato como secretario general de la OEA, con las felicitaciones de algunos cancilleres del organismo, como la venezolana Delcy Rodríguez, cuyo Gobierno ocupa la presidencia de turno, pero su gestión también fue criticada por sectores de la oposición de Venezuela por su papel en el proceso de mediación para el diálogo en ese país.
A su salida, los cancilleres de la Unasur se fijaron el plazo de un mes para proponer un nombre a los jefes de Estado del organismo, quienes tienen la última palabra en la designación del nuevo secretario general.
Los Gobiernos no van a estar “torpedeando el proceso de sucesión” y pese a sus diferencias políticas e ideológicas quieren agilizarlo, dijo entonces el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
