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Los fiscales parecen haber olvidado al TSJE

ASUNCIÓN.- Ninguna de las tres causas abiertas en contra de los miembros del TSJE parece seguir su cauce normal. Tal parece que los fiscales que intervienen en los casos, Yolanda Portillo, Nadine Portillo, Claudia Morys, Silvia Cabrera y Hernán Galeano, están demasiado atareados para ocuparse del escandaloso despilfarro del dinero público que tiene a estos personajes como principales protagonistas.

Cada vez estamos más convencidos de que Alberto Ramírez Zambonini, Jaime Bestard y María Elena Wapenka tienen “un santo aparte” que les hace salir ilesos e impunes cada vez que se los investiga por algún negociado realizado en la Justicia Electoral.

El primero en ser imputado –y el único hasta ahora- fue Ramírez Zambonini, por el esquema de planilleros de la Justicia Electoral. La causa está a cargo de las dos Portillo y tomó intervención Morys, quien pidió al juez Hugo Sosa Pasmor las medidas alternativas a la prisión para el miembro del TSJE, y “olvidó” incluir una orden de restricción para que no siguiera ocupando el cargo.

En el caso del cobro irregular de viáticos están involucrados los tres y los fiscales Silvia Cabrera y Hernán Galeano ya tienen suficientes pruebas para imputarlos por cobro irregular de salario y lesión de confianza, pero hasta ahora parece que no tuvieron tiempo para hacerlo y allí están ellos, los miembros del TSJE, manejando a su antojo a la institución a la que tanto daño ya hicieron sin que nadie pareciera que les puede poner freno.

Galeano también está a cargo de investigar el caso de las empleadas domésticas de Wapenka en Encarnación, que son mantenidas por el Estado porque figuran como funcionarias de la Justicia Electoral. Lo simpático de esto es que ambas fámulas, Ursulina Vera e Ilda Bordón, ya fueron despedidas por sumario administrativo de la institución, así que se castigó al chancho y no al que le da de comer.

Hace poco publicamos que Ramírez Zambonini, Bestard y Wapenka invitaron a sus funcionarios más leales, como los escuderos Luis Alberto Mauro y Carlos María Ljubetic, a brindar con champaña porque la prensa les había olvidado y su impunidad estaba garantizada, o por lo menos lo parecía. Y parece que tuvieron razón ya que ni los diputados que deben iniciar el juicio político ni los fiscales de la Unidad de Delitos Económicos se muestran interesados en liberar a la ciudadanía de esta escoria que enturbia cualquier buena intención que se tenga de transparentar los procesos electorales. De hecho, hay que dejar en claro que si hasta ahora las elecciones realizadas han sido transparentes y honestas, fue por la formidable gestión de los tribunales electorales del país, que cumplen con su trabajo a pesar de los tres integrantes del TSJE.

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