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ASUNCIÓN.- Robin Farrow es un británico que forma parte de un grupo de curas anglicanos que se integraron a la Iglesia Católica en Reino Unido, sin la obligación de adoptar el celibato, al contrario de lo que se les exige a los sacerdotes que originalmente son católicos. Es un caso de un sacerdote anglicano que pasó al catolicismo.
Como “Dispensa especial”; la regla para los sacerdotes anglicanos está en vigor desde 2009, aprobada por el entonces papa Benedicto XVI. Fue una decisión sorprendente debido al perfil conservador del pontífice alemán y muchos analistas del Vaticano lo vieron como una maniobra para atraer a los anglicanos insatisfechos con algunas de las medidas más polémicas de ese ramo del cristianismo.
Con cuatro hijas todavía pequeñas y un bebé, Farrow pasó al catolicismo en el 2015. Se trata de una situación que poco llamaría la atención en cualquier parte del mundo si no fuera porque Farrow fue ordenado como sacerdote católico, estando casado como sacerdote anglicano.
“Sé que muchos feligreses católicos se podrán extrañar ante la figura de un padre casado. Pero en mi propia parroquia lleva conversando con los feligreses hace meses y he recibido muchas palabras de apoyo a mi situación. Estudié para una vida religiosa desde los siete años”, contó Farrow, de 42 años, al cementar su situación.
